Lo peor es que no entendemos qué pasa

Si alguien pensaba que Yamaha había resuelto todos los problemas de la M1, la primera jornada de ensayos en Aragón le habrá convencido de lo contrario. Después de protagonizar una mejora prácticamente milagrosa en Jerez, Le Mans y Silverstone, al menos en lo relativo a la vuelta lanzada; Fabio Quartararo se dio de bruces con una realidad bien distinta en Alcañiz.

En un circuito que no le gusta en absoluto, el autor de las tres últimas poles deberá pasar este sábado por la primera parte de la clasificación (Q1), como consecuencia de un primer día para olvidar, con un sinfín de problemas, sobre todo de falta de tracción a la salida de los virajes, que le llevó a terminar con un mejor giro 1,4 segundos más lento que el de Marc Márquez, indiscutible referencia en Aragón. A la espera de que los técnicos de la marca de los diapasones den con la tecla que cuadre la electrónica de la moto, Quartararo deambula por las catacumbas de la parrilla (el 18º), una situación que llevó al campeón del mundo de 2021 hasta el extremo de tomárselo a cachondeo.

“Casi logramos la pole por el otro lado”, bromeó el francés, que hace menos de dos semanas, en Silverstone, tenía prácticamente en el bolsillo un triunfo que se le escapó por una inoportuna avería en el dispositivo de altura trasero. Este viernes, por la mañana, el artilugio volvió a fallar, por más que aquello que realmente preocupa al corredor de Niza sea los apuros que pasa al salir de las curvas, especialmente con la goma trasera blanda. 

“Ha sido un día complicado, especialmente con la goma blanda. Lo peor es que no entendemos qué pasa. La moto no tiene tracción, y el problema es que no sabes cuándo pasará que la perderás. No sabes si perderás agarre al salir o cuando estás inclinado”, describió Quartararo, que hasta se plantea afrontar la prueba sprint con el compuesto medio, para evitar verse como este viernes.

“La puesta a punto es buena. Es muy parecida a Qatar, tocando algunas cositas. Los ingenieros tienen que entender por qué perdemos el control, porque cuando cambiamos el neumático (por el blando) la moto se vuelve loca”, añadió el #20, que descartó que el quid de la cuestión se encuentre en el asfalto, aunque no sea el más adherente que exista: “El agarre de la pista no es del todo malo. El problema que tenemos no creo que sea relativo al agarre, al menos en mi caso”.