La pasión de Hamilton por las dos ruedas es conocida desde hace tiempo. En diciembre de 2019, recién conquistado su sexto título mundial, aceptó entusiasmado la oferta del patrocinador conjunto con Yamaha MotoGP para probar en el circuito de Valencia.
Hamilton pilotó la M1 de Valentino Rossi, que a su vez tuvo la oportunidad de conducir su W08. El director del equipo Yamaha, Massimo Meregalli, se esforzó por mantener a Lewis en boxes, ansioso por salir a pista a pesar de las bajísimas temperaturas.
Cinco años después, el interés de Hamilton por MotoGP podría ir más allá, con un compromiso total que le implicaría personalmente. No con casco y mono, por supuesto, sino como propietario de un equipo, una operación que Lewis ha estado considerando en las últimas semanas.
De momento, el equipo de Hamilton está en fase de tanteo, pero cuando Lewis decide lanzarse él mismo al ruedo, sus intenciones son siempre serias. Ya ha ocurrido antes en Extreme E, con el equipo X44, y también con la adquisición de una participación en los Denver Broncos, un equipo de fútbol americano.
Sin embargo, MotoGP no cuenta con nuevos inscritos (el único extra está reservado a BMW), por lo que la entrada en el campeonato del mundo sólo puede producirse haciéndose con la propiedad de un equipo ya existente, de ahí la condicionalidad que se impone actualmente.
El informador italiano ‘Mister Helmet’ adelantó que era el equipo Gresini el objetivo potencial, pero no es el único que se está considerando, es más, los tiros apuntan a otra escudería que, de momento, ha logrado permanecer en secreto la negociación. Mucho dependerá también de las indicaciones que lleguen de Dorna y (en cuanto llegue el OK de las autoridades antimonopolio al final del proceso reglamentario) de Liberty Media, que sin duda vería con buenos ojos una operación de enorme valor promocional.
El paso del británico a Ferrari en 2025 supondrá una configuración comercial diferente para Hamilton, dejando a algunos de su patrocinadores personales fuera, y un programa de MotoGP podría ser una solución alternativa para mantener a algunos de sus patrocinadores personales en conflicto con las empresas que apoyan a la Scuderia.
En comparación con el compromiso financiero que exige la presencia en la Fórmula 1, los presupuestos que requiere el campeonato del mundo de las dos ruedas son significativamente menores, un aspecto que también podría permitir la coexistencia de varios programas.
La posibilidad de que la operación se materialice está ligada sobre todo a las decisiones que se tomen en Dorna, los únicos que tienen una visión de conjunto que podría sugerir posibles negociaciones para hacerse con un equipo.
El tiempo se agota si el programa pretende arrancar en 2025, pero si la operación contempla un debut en el Mundial de 2026, habrá más tiempo para evaluar todas las opciones posibles. Para Hamilton, sería una pieza más en el mosaico que está montando de cara a su retirada de las carreras.