Desde el viernes, Marc Márquez tuvo que hacer frente a varios condicionantes que le fueron surgiendo, y que le impidieron rodar como normalmente lo hacía en Alemania, uno de sus circuitos fetiche y dónde, hasta este domingo, solo conocía el triunfo como piloto de MotoGP.
Dos caídas el viernes, especialmente dura la segunda, que le provocó una fuerte contusión costal y una fractura en un dedo, le limitaron considerablemente. Más cuesta arriba se le pusieron las cosas en la cronometrada, después de que Stefan Bradl se cruzara literalmente en su camino, y le relegara a no poder meterse en la Q2.
Si la sexta posición que alcanzó en la sprint, en la que condujo con mucho dolor, ya podía considerarse un buen resultado dadas las circunstancias, la espectacular remontada que llevó a cabo el domingo y que le permitió cruzar la meta el segundo, es un auténtica machada. Aunque el sabor del triunfo es inigualable, compartir el podio con su hermano, Alex, algo inédito en la trayectoria de ambos, llevó al español a irse de vacaciones con una sonrisa enorme pintada en su rostro.
“El fin de semana ha acabado muy bien. Por insistir, y porque son los Sanfermines”, resumió Márquez, tras sumar su cuarto podio de la temporada. A lo largo de las 30 vueltas de la prueba, Márquez fue superando rivales sin prisa pero sin pausa. Solo tuvo un pico de estrés, al intentar superar a Franco Morbidelli, con quien peleaba por la cuarta plaza, y con quien tuvo un toque que le hizo romper la cúpula de su Ducati, con el casco, y que se le disparara el airbag de su mono.
“No me puse nervioso, pero cuando hubo el toque con Morbidelli mi cabeza hizo un click. Le pasé cómo lo hice porque iba encendido. Y cuando me he visto detrás de Alex he pensado, ¿qué hago? ¿Le quito el podio? ¿Lo intento? Después se ha caído Jorge y allí se nos han aclarado las ideas, y hemos podido subirnos los dos al podio”, añadió el corredor de Cervera (Lleida), contento pero consciente de que aún no lo tiene todo por la mano en esta etapa que ha iniciado con Ducati y Gresini Racing: “Es verdad que nos vamos con buen sabor de boca, pero ha sido un fin de semana malo del que hay que aprender. De haberlo cuadrado, habría podido luchar con Pecco Bagnaia y Jorge Martín“.
Arranca el parón, se cumplen las nueve primeras paradas del calendario, y el #93 se encuentra el tercero en la tabla general, que ahora lidera Bagnaia, con 56 puntos de ventaja sobre él. “Hay dos pilotos que van más rápido que yo. Sí que puede que en algún circuito esté en condiciones de ganarles, de luchar, como en Le Mans y Jerez. Pero, si coges las carreras que quedan, creo que nos van a sacar todavía más puntos”, remachó Márquez, al ser preguntado por sus opciones de pelear por el Mundial.