Lewis Hamilton fue bastante abierto sobre la importancia emocional de su triunfo en el pasado Gran Premio de Gran Bretaña, después de 945 días sin lograr una victoria en la F1. Y aunque puede que nunca destierre del todo los fantasmas de Abu Dhabi 2021, al menos su miedo a no volver a ganar después de aquella polémica noche ha quedado atrás.
Pero también hay un significado estadístico en lo que Mercedes hizo en Silverstone hace unos días, porque ha logrado victorias consecutivas por primera vez desde entonces, desde exactamente aquella época de 2021.
En la actual era de dominio de Red Bull, los rivales de la escudería de Milton Keynes han sido escasos, y la mayoría solo han conseguido victorias puntuales, como Carlos Sainz en Singapur el año pasado. Hay que remontarse a los grandes premios de Gran Bretaña y Austria de 2022 para encontrar las victorias seguidas más recientes de un equipo que no sea Red Bull, cuando el español y Charles Leclerc se impusieron en Silverstone y en el Red Bull Ring, en lo que a la postre resultaron ser los últimos destellos de potencial del Ferrari de esa campaña antes de que el RB18 diera el salto definitivo.
Para Mercedes, su única victoria previa a las actuales y en esta era de efecto suelo fue la de George Russell en Brasil 2022, que en última instancia resultó ser un falso despertar para los de Brackley, que sintieron que finalmente habían conseguido comprender mejor su monoplaza.
George Russell, Mercedes-AMG F1 Team, 1st position, celebrates on arrival in Parc Ferme
Photo by: Sam Bloxham / Motorsport Images
Para encontrar los triunfos sucesivos más recientes de Mercedes, hay que retroceder en el calendario hasta finales de 2021, a las últimas victorias del propio Hamilton antes de la de Silverstone 2024, cuando ganó en Brasil, Qatar y Arabia Saudí antes de lo que pasó en Yas Marina. Pero mientras que los últimos resultados apuntan a que Mercedes está volviendo a su mejor momento en la Fórmula 1, también hay un panorama más amplio que entra en juego, y es cómo el cambio en el estado de forma de los cuatro primeros equipos de la parrilla podría sacudir ahora la situación del Mundial de Constructores.
De hecho, la batalla de las escuderías es especialmente fascinante, porque la F1 está siendo testigo de una situación en la que los dos equipos punteros no están rindiendo tanto como sus perseguidores. Por un lado, Red Bull se está viendo perjudicada por las repetidas malas actuaciones de Sergio Pérez, mientras que Ferrari ha perdido el rumbo como resultado de un terrible GP de Canadá y de problemas con una mejora del suelo que llevó a Montmeló.
Por el contrario, McLaren F1 ha emergido como un consistente líder desde que introdujo sus actualizaciones de Miami, mientras que Mercedes ha alcanzado su mejor momento después de que el potencial de su nuevo paquete se viera ayudado por el nuevo alerón delantero de Mónaco y por las revisiones de la suspensión de Austria.
Desde el Gran Premio de Mónaco (contando Canadá, España, Austria y Gran Bretaña), Mercedes es el equipo que más ha puntuado. Ha sumado 125, frente a los 111 de McLaren, los 97 de Red Bull y los 50 de Ferrari. El cambio es aún más significativo si se toman sólo las dos últimas carreras, en las que las Flechas Plateadas parecen haber dado un paso adelante. En Austria/Silverstone, sumaron 70 puntos, frente a los 58 de McLaren, los 43 de Red Bull y los 32 de Ferrari.
La diferencia entre Mercedes y Red Bull es actualmente de 152 puntos, pero con 12 carreras por delante, según el momento actual, alcanzarles no es una hazaña insuperable si mantienen el ritmo. Pero incluso si la diferencia con Red Bull puede ser demasiado grande, la pelea por ser el mejor del resto también podría ser muy picante. De hecho, la diferencia entre Ferrari, actual segundo de la tabla, y Mercedes demuestra lo mucho que han cambiado las cosas, aunque sus posiciones en la general no lo hayan hecho.
Lewis Hamilton, Mercedes W15
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Tras el Gran Premio de Mónaco, Ferrari sumaba 252 puntos, 156 más que Mercedes. Pero desde entonces, los de Maranello han sido superados por la marca alemana en cada una de las cuatro carreras, y la diferencia entre ambos se ha reducido a 81 tantos. Recortar 75 puntos en cuatro grandes premios significa una media de 18,75 por cada uno, y supone que, al ritmo actual, sólo se necesitarán cinco carreras más para que la brecha se elimine por completo.
Tras el Gran Premio de Gran Bretaña, el jefe de los italianos, Fred Vasseur, dijo que no se hacía ilusiones sobre lo mucho que podría cambiar el panorama, ya que la cómoda posición de su escudería en el Mundial de Constructores ahora estaba en peligro debido a sus problemas con las mejoras. “No sé a cuántos puntos estamos de Red Bull y no sé quién es tercero, probablemente McLaren”, dijo sonriendo.
“No es el tema clave, el tema clave es encontrar rendimiento, volver a la situación de Mónaco, o Imola, o lo que sea, y poder luchar por la pole y por la victoria. Sobre el Mundial de Constructores, aún nos quedan 12 carreras, es casi un campeonato. Significa que tendremos tiempo de cambiarlo todo 10 veces…”.
Pero puede que no hagan falta 10 carreras para que todo cambie. Los éxitos de Mercedes en Austria y Gran Bretaña no estaban previstos -de hecho, en el Red Bull Ring se debió a la suerte gracias al choque entre Lando Norris y Verstappen-, ya que el objetivo era conseguir grandes resultados en próximas citas. En particular, en Hungría, donde los de Brackley han estado en la pole en los últimos dos años, y su gran momento debería seguir gracias a otra actualización.
Como dijo el jefe del equipo, Toto Wolff: “(En Austria) no estuvimos lejos. Si nos fijamos en la diferencia a la que estábamos antes del incidente, era de unas dos décimas por vuelta, un poco más. Y eso es lo más cerca que hemos estado en mucho tiempo, en una pista que no nos gustaba tanto en el pasado”.
George Russell, Mercedes-AMG F1 Team, 1st position, Toto Wolff, Team Principal and CEO, Mercedes-AMG F1 Team, celebrate in Parc Ferme
Photo by: Sam Bloxham / Motorsport Images
“Así que eso nos dio pistas de que podríamos ir mucho mejor. Pero, sinceramente, no pensábamos que (fuéramos a ganar en) Silverstone, porque apenas había (mejoras), sólo pequeñas cosas que pusimos en el coche. Esperábamos más de Budapest a Spa. Pero hemos justificado que lo que hacemos está bien en este momento”, detalló el austriaco.
Si Mercedes gana este fin de semana y alcanza un triplete de victorias por primera vez desde 2021 sería la confirmación de que, efectivamente, están de vuelta, y que queda todo por jugar en el campeonato todavía.