Los que tengan la billetera bien llena y les gusten los coches de carreras históricos harán bien en estar muy atentos a lo que ocurra desde el otoño en adelante en el Indianapolis Motor Speedway Museum, ya que colaboración con RM Sotheby’s, el museo subastará algunos coches únicos.
La pieza estrella de la subasta es el Mercedes W196 Streamliner ‘Monza’. Utilizado por dos pilotos legendarios como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss, el coche fue donado al museo en 1965.
Quienes quieran poseer este coche tendrán que rascarse el bolsillo, ya que la recaudación se estima entre 50 y 70 millones de dólares. Esto podría convertir al W196 Streamliner “Monza” en el segundo coche subastado más caro de la historia.
El Benetton B191 también saldrá a subasta. Este coche en concreto fue utilizado por el siete veces campeón del mundo Michael Schumacher durante el primer Gran Premio de 1992, celebrado en Sudáfrica. El alemán logró el cuarto puesto, por detrás de grandes nombres como Nigel Mansell, Ayrton Senna y Riccardo Patrese.
Otra pieza destacada de la subasta es el Ferrari 250 LM. En este coche, Masten Gregory y Jochen Rindt ganaron las 24 Horas de Le Mans en nombre de la famosa cuadra de carreras italiana, tras lo cual Ferrari tuvo que esperar hasta 2023 para su siguiente victoria en la carrera de resistencia más famosa. El coche se utilizó varias veces más, pero no volvió a ganar. El Indianapolis Motor Speedway Museum lo había adquirido en 1972 de manos de un estadounidense que lo tiene en su colección privada y ahora lo vuelve a vender.
Además de las tres obras maestras, otros ocho bólidos pasarán bajo el martillo, incluidos algunos coches de más de 100 años de antigüedad. Parte de los ingresos de la subasta irán a parar a la casa de subastas, pero el museo también espera recaudar bastante dinero.
Según la información oficial, “el Indianapolis Motor Speedway Museum se ha asociado con RM Sotheby’s para sacar al mercado una increíble selección de coches de competición que datan de 1906 a 1966. Ofrecida al mercado por primera vez en décadas como parte de una estrategia en curso para apoyar la sostenibilidad financiera a largo plazo del Museo”.