Los equipos de Fórmula 1 se enfrentan este fin de semana a un paso hacia lo desconocido, con un Monza recién reasfaltado que deparará algunas sorpresas en el Gran Premio de Italia.

Como parte de una importante renovación para modernizar el famoso circuito, que ha incluido obras en los túneles de acceso y en las infraestructuras, se ha reasfaltado toda la pista.

Un nuevo asfalto suele tener un gran impacto en las características de un circuito, y los primeros indicios ya apuntan a un notable cambio que podría dar mucho que hablar durante el fin de semana de Monza.

Una de las principales conclusiones de una inspección que los ingenieros de Pirelli hicieron a principios de agosto en la nueva superficie fue que su color más oscuro significaba que retenía más calor que la antigua superficie, algo que podría tener un gran impacto en las temperaturas de los neumáticos.

En una nota informativa enviada por Pirelli, se señalaba: “Como suele ocurrir con el asfalto recién extendido, la superficie es más lisa que la anterior y de color más oscuro”.

“Este último factor tendrá un impacto en la temperatura de la pista, que si el sol brilla podría ser más caliente que en el pasado, incluso alcanzando máximos significativos de más de 50°C”.

“En teoría, la nueva superficie debería ofrecer más agarre, lo que repercutirá en el rendimiento de los neumáticos y en su rango de temperaturas de funcionamiento”.

Como las primeras previsiones meteorológicas apuntan a temperaturas en el rango de los 30°C durante todo el evento, la lucha a la que se enfrentarán la mayoría de los equipos durante el fin de semana consistirá en asegurarse de que sus gomas no se sobrecalienten.

George Russell, Mercedes F1 W15

George Russell, Mercedes F1 W15

Foto de: Alastair Staley / Motorsport Images

Ese reto es algo que puede no ser una gran noticia para Mercedes porque su coche W15 parece ser uno de los más susceptibles a que sus neumáticos se sobrecalienten en condiciones de calor y caigan fuera del rango perfecto de temperatura de funcionamiento.

En carreras más calurosas como las de España, Austria y Hungría, donde era más difícil mantener bajo control la temperatura de los neumáticos, Mercedes tuvo más problemas que en pruebas más frescas como los GP de Canadá y Gran Bretaña.

Antes del verano, el director de operaciones en pista de Mercedes, Andrew Shovlin, señaló la gestión de la temperatura de los neumáticos como un área en la que Mercedes necesitaba mejorar.

“Creo que en circuitos como Silverstone tuvimos una parte trasera muy estable. En Austria y Budapest, nos faltó estabilidad”, dijo. “Todo eso se debe al hecho de que parece que ponemos más temperatura en los neumáticos que los demás”.

“Sabemos que tenemos que trabajar en ese aspecto. Tenemos planes para hacerlo, pero no es el tipo de problema que se puede solucionar con una sola actualización aerodinámica. Será el resultado de bastantes desarrollos para intentar superarlo”.

Pero aunque los primeros indicios no parecen ideales para Mercedes, la mayoría de los equipos admiten que existe cierta incertidumbre sobre el impacto de los cambios de Monza.

El jefe del equipo Haas, Ayao Komatsu, dijo: “El mayor reto para nosotros en Monza serán los cambios en la pista: el reasfaltado, los cambios en los bordillos y los peraltes de la pista. Creo que este año será diferente la forma en que el coche se adapte a los bordillos”.

Incluso Carlos Sainz, piloto de Ferrari y quien salió en la pole position el año pasado, dijo que no estaba seguro de a quién ayudaría más la nueva superficie.

“Ha sido reasfaltado, así que nos encontraremos un Monza muy diferente al de los últimos años”, dijo.

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Fuente: https://lat.motorsport.com/f1/news/monza-nuevo-asfalto-italia-f1/10648262/?utm_source=RSS&utm_medium=referral&utm_campaign=RSS-F1&utm_term=News&utm_content=lat