Al margen del triunfo de Marc Márquez, uno de los puntos calientes del domingo en Motorland fue el choque entre el actual campeón y el menor de los hermanos de Cervera (Lleida), que embistió al turinés a falta de seis vueltas para el final, y cuando ambos peleaban por la última plaza del podio.
Tras el incidente, ambos protagonistas fueron citados, por separado, al despacho de Dirección de Carrera, que los escuchó y resolvió el asunto sin sanción para ninguno de ellos, antes de dirigirse ambos para cumplir con sus compromisos con los medios de comunicación.
En su comparecencia, Bagnaia arremetió contra el español, a quien llegó a catalogar de “peligroso” por su forma de afrontar situaciones como la de Aragón. “Lo peor de todo, aquello que me hace cabrear más, son los datos. La telemetría revela que, después del contacto, [Márquez] pasó de acelerar del 40% al 60%. Es peligroso correr con alguien que hace estas cosas. Normalmente, uno intenta evitar los contactos, aunque los datos muestran que hay gente que no lo ve así”, lamentó el corredor de Ducati, que tras este percance pierde terreno en el pulso por el título que mantiene con Jorge Martín, quien afianza su liderato y lleva su ventaja hasta los 23 puntos.
Márquez, por su parte, se defendió argumentando que, desde su posición, descolgado del lado derecho de la moto cuando su rival le superaba por el exterior, no pudo verle en ningún caso. “Nada va a cambiar lo que ha pasado. Si alguien podía evitar el contacto era él, que sabía que yo estaba allí. Yo no tenía conocimiento de que [Bagnaia] estuviera por fuera”, consideró el catalán. “Lo único que les he dicho a los miembros de Dirección de Carrera es que, si él hubiera dejado un poco más de espacio entre nosotros y no hubiera trazado hacia adentro, no habría pasado nada”, añadió el #73.
La contundencia de Bagnaia vino, además de por la dinámica de la acción en sí, por el hecho de que su oponente no hizo amago de pedirle disculpas por lo sucedido. Al menos en primera instancia. Sin embargo, Motorsport.com entiende que un par de horas después, ya con los ánimos un poco menos caldeados, los dos pilotos se citaron, a solas, en uno de los camiones de Ducati, en un encuentro que duró menos de cinco minutos y en el que intercambiaron pareceres sobre lo sucedido.
La reunión tuvo lugar después de que ambos hablaran con Gigi Dall’Igna, el administrador general de la compañía de Borgo Panigale.