No es que volver a ganar 1043 días después de la última vez no sea suficiente relevante para alguien que hace nueve meses hizo la apuesta más arriesgada de su carrera, al abandonar Honda, su casa de toda la vida, en la que era el buque insignia del imperio del ala dorada, para unirse a uno de los equipos más modestos del ‘paddock’, subido a una moto que ni siquiera es la última especificación disponible. Lo que ocurre es que el triunfo de Márquez en Aragón esconde una trama mucho más profunda que el fabuloso relato de su regreso al escalón más alto del podio. Las implicaciones de la exuberante superioridad demostrada por el #93 en uno de sus circuitos favoritos son muchas más de las que la mayoría pueda imaginar, porque para identificarlas es necesario descifrar la hoja de ruta que sigue el corredor, ese “plan” del que habla desde la temporada pasada.

Uno de los consejos que Carlos Sainz sénior le dio siempre a su hijo cuando este era ‘Carletes’ y pretendía convencer a Red Bull para que le permitiera debutar en la Fórmula 1, fue que lanzara recados. “Siempre le decía que intentara ganar, porque sin ganar no había opción, y que de vez en cuando, en la medida de lo posible, lanzara mensajes que llamaran la atención. Una ‘pole’ en mojado, una vuelta rápida, cosas así”, ha reconocido en varias ocasiones el bicampeón del mundo de rallies (1990 y 1992), a quien escribe estas líneas.

En el caso de Márquez, sus mensajes se han acumulado dentro de la pista, y últimamente también fuera de ella. La estrategia le ha salido de maravilla al de Cervera (Lleida), que en Alcañiz se quitó un enorme peso de encima (“peso dos kilos menos”, bromeó) y que, muy probablemente, afrontará los ocho grandes premios que restan mucho más suelto, sin el bloqueo y la presión que podía proporcionarle el no haber podido ganar todavía subido a una Ducati.

“Marc cambió de marca para ser campeón. Uno no se opera del brazo cuatro veces y renuncia a un contrato multimillonario como el que tenía en Honda, simplemente para divertirse”, asegura a Motorsport.com una de las personas más cercanas a Márquez. “Ahora ya sabe que puede volver a ganar, y eso para su confianza será importantísimo”, añade esta fuente, nada más abrazar al protagonista de la jornada. “Él es de los pocos que, tras lesionarse, no tenía ninguna necesidad de volver a correr. Podía haberse ido a casa. Pero lo que ha hecho le define como persona”, completa Pedro Acosta.

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La victoria en Aragón se produjo dos semanas después de la remontada espectacular que llevó a cabo en Austria, donde el domingo pasó de cruzar la meta el 13º en el primer giro, como consecuencia de un problema con el regulador de altura de su prototipo, a terminar el cuarto. Sus sensaciones allí ya fueron buenas, y llegar a uno de los trazados más fructíferos para él -hasta entonces sumaba cinco triunfos en MotoGP- terminó de darle un último empujón que le permitió hacer aflorar su mejor versión: fue el más rápido en todas las sesiones de ensayos en las que participó, se llevó la ‘pole’ con más de ocho décimas de ventaja -el mayor margen en una cronometrada en seco desde 2011-, dominó la sprint y tampoco dio opción a que nadie se acercara en la prueba larga. El único entrenamiento en que no terminó en cabeza fue el warm up, en el que ni siquiera marcó un tiempo. “Para mí, ese es un elemento muy significativo. Que decidiera no salir al warm up, que se disputó con la pista medio mojada, demuestra lo claro que lo tenía con vistas a la carrera”, reflexiona esta voz autorizada, de su entorno más cercano.

Marc Márquez, Gresini Racing

Marc Márquez, Gresini Racing

Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images

El paso de Márquez por Motorland puede interpretarse como toda una declaración de intenciones. En primer lugar, porque le señala como el único piloto que ha sido capaz de imponerse con una Desmosedici del año pasado (GP23), a quienes disponen de las todopoderosas GP24. Desde que aceptó las condiciones que le propuso Ducati, el multicampeón en ningún momento se parapetó en las evidentes carencias técnicas de su moto respecto de la última especificación, para justificar el retraso en su objetivo de volver a ganar. Por ello, el triunfo del domingo con un prototipo inferior aún adquiere más relieve. Ese perfil bajo no solo se circunscribe a su rendimiento y a su relación con la marca boloñesa, sino también a su papel dentro del paddock: Márquez, que en su faceta de punta de lanza de HRC llevaba la voz cantante en las reuniones de la Comisión de Seguridad que los pilotos celebran todos los viernes de gran premio, lleva tiempo sin acudir a ellas. Tiene previsto volver a hacerlo cuando sus opiniones se valoren como antes.

El chico de Gresini lleva desde que se subió a la Ducati remarcando que su idea era afrontar 2024 como un curso de reconstrucción. La mayoría interpreto que se refería exclusivamente al ámbito competitivo. Sin embargo, Márquez no solo tiene en mente recuperar la velocidad que pudo haber perdido en su última etapa en Honda. También quiere volver a ser la referencia de la parrilla a todos los niveles, volver a ser el jefe, a partir de esos mensajes descritos unas líneas más arriba. En Mugello, aquel fin de semana en el que Ducati había elegido a Jorge Martín para que acompañara a Bagnaia en el taller de la escudería oficial a partir de 2025, la amenaza con la que arrinconó a los ejecutivos de la compañía de Borgo Panigale hizo que Claudio Domenicali, el CEO, cambiara de opinión sobre la marcha y prescindiera de Martín, ante la posibilidad de que Márquez reforzara a Aprilia, que finalmente firmó al madrileño.

Por si te lo perdiste:

El flamante ganador en Aragón vestirá de rojo en 2025, en otra de las etapas que se marcó como imprescindibles para volver al trono que ocupaba antes de aquel accidente de 2020, en Jerez. Allí compartirá espacio con Bagnaia, con quien competirá por todo. El pulso con el turinés ya ha empezado, no tanto en el asfalto como fuera, en esos aspectos que están menos a la vista, al menos de momento.

Para encarar su nueva etapa en el taller de fábrica de Ducati, Márquez ha tenido que renunciar a Red Bull, uno de sus patrocinadores más leales, porque la escudería italiana tiene un acuerdo global con Monster. La marca de la zarpa le ofreció unirse a ella en las mismas condiciones que Bagnaia, pero él declinó la oferta. En los tiempos que corren, renunciar a las cifras que solo están en condiciones de pagar los patrocinadores de bebidas energéticas no deja ser todo un manifiesto por parte de Márquez. Otro más.



Fuente: https://lat.motorsport.com/motogp/news/marc-marquez-victoria-aragon-analisis-motogp/10650748/?utm_source=RSS&utm_medium=referral&utm_campaign=RSS-MOTOS&utm_term=News&utm_content=lat