Ninguno de los pilotos de Ferrari pudo explicar por qué el rendimiento del coche no estuvo al nivel de sus rivales durante la carrera en mojado del Gran Premio de Brasil.
Charles Leclerc llegó a casa quinto, mejorando un puesto su posición de clasificación, pero se quedó a más de medio minuto del ganador de la carrera , Max Verstappen, que se abrió paso a través del grupo para hacerse con la victoria desde la 17ª posición.
Mientras que el fin de semana de Leclerc fue olvidable, el de Sainz fue miserable, ya que se estrelló tanto en la clasificación como en la carrera antes de ser amonestado por los comisarios por conducción peligrosa al intentar salir con su Ferrari accidentado a pesar de que los comisarios ya estaban en el lugar.
El resultado en Brasil fue tan sombrío como el tiempo del fin de semana, sobre todo teniendo en cuenta la victoria de Sainz en México y el éxito de Leclerc en Austin en las otras carreras de la última triple cita de la F1.
“Siempre he sido un piloto muy fuerte en mojado, pero por alguna razón, desde que he probado este coche en mojado, nunca he tenido buenas sensaciones con él”, explicó Sainz.
“No sé si es que no ponemos energía en los neumáticos, lo llevamos demasiado duro en velocidad media-alta, o qué es. Está claro que es muy difícil e impredecible de conducir”.
Los comisarios retiran el coche dañado de Carlos Sainz, Ferrari SF-24, tras un accidente
Foto de: Andrew Ferraro / Motorsport Images
“Estoy contento de que Carlos haya conseguido llegar a casa en quinta posición. He oído que él también estaba luchando, así que un poco de pesadilla toda la carrera, pero espero que algunas carreras en seco por venir y vamos a tratar de ir a por ello.”
Leclerc estaba dispuesto a asumir parte de la culpa por el pobre rendimiento, pero estaba contento de que su quinto puesto mantuviera a Ferrari segundo en la clasificación de constructores, donde se encuentra a 36 puntos del líder McLaren.
“Realmente no, en absoluto”, respondió el monegasco cuando se le preguntó si al coche no le gustaba el neumático de mojado o el intermedio durante la carrera.
“Creo que tengo parte de culpa porque, obviamente, decidimos los reglajes junto con el equipo. Quería ir en una dirección, pero era la equivocada, seguro. El ritmo no estaba ahí, ya fuera en la calificación, donde creo que en realidad no estábamos tan mal.
“Con los neumáticos nuevos y poco combustible, se puede sacar más del coche, pero en la carrera, no estábamos en ninguna parte, y más que no estar en ninguna parte, era extremadamente difícil conducir, extremadamente difícil no cometer errores.
“Al final, viendo todo esto, lo único de lo que podemos estar un poco satisfechos es de estar delante de los dos McLaren y perder sólo cuatro puntos en constructores es una gran limitación de daños en un fin de semana en el que parecen ser tan fuertes”.
Lando Norris, McLaren MCL38, Charles Leclerc, Ferrari SF-24, Oscar Piastri, McLaren MCL38
Foto: Zak Mauger / Motorsport Images
Ferrari ha estado en buena forma últimamente y todavía podría conseguir su primera corona de constructores desde 2008 si puede superar a McLaren en las últimas semanas de la temporada, que comienzan en Las Vegas a finales de este mes.
“Estaremos vivos hasta el final”, añadió Sainz. “Ahora vienen tres fines de semana que van a ser importantes para todo el equipo y ahora tenemos que volver a centrarnos, reagruparnos y ver cómo podemos afrontar estas tres últimas carreras de la mejor manera posible”.