Aunque no fue tan eléctrica como la del sábado, cuando pasó de salir octavo en parrilla a colocarse delante en la primera curva, la salida de Enea Bastianini en el GP Solidario de Barcelona fue muy buena, recuperando cuatro posiciones para cruzar cuarto el primer paso por meta. Tras perder una posición con Marc Márquez, que pasó a Jorge Martín en la segunda vuelta, parecía evidente que Bastianini, con la goma blanda trasera (igual que Pecco Bagnaia y Márquez) contra la media de Martín, tenía más ritmo que el líder del campeonato y que iba a adelantarlo rápidamente, lo que iba a complicarle acabar en el podio y podía acelerar sus nervios.
Sin embargo, en medio de todo eso, en el que Bastianini se jugaba el tercer puesto del campeonato con Márquez y casi un millón de euros en bonus, emergió la figura de Aleix Espargaró, el íntimo amigo de Martín, para echarle una mano.
El de Aprilia, que a nivel profesional no tiene relación alguna con el de Pramac, diferente equipo y diferente marca, sí está unido afectivamente con su compatriota, desde hace muchos años, son vecinos, entrenan juntos y comparten manager, suficiente según sus criterios para ayudarlo e incluso sacrificar un podio por ver feliz al nuevo campeón.
En el tercer giro de carrera Espargaró pasó a Bastianini, enzarzándose ambos en una pelea electrizante durante cuatro vueltas, con pasadas y repasadas, hasta que, de pronto, el fragor de la batalla llevó al italiano a cometer un error, salirse de la trazada y perder varias posiciones, hasta el noveno puesto, y mucho tiempo.
En la meta, tras Bagnaia, Márquez y Martín, que completaron un podio que aseguraba los tres primeros puestos de la general, terminaron Alex Márquez, Espargaró y Brad Binder, que adelantó en la última vuelta a Bastianini, y el italiano de Ducati acabó perdiendo con ese resultado el tercer puesto del mundial y, sobre todo, el suculento bonus económico.
“Su comportamiento no lo honra”, dijo Bastianini en referencia a la actuación de Espargaró.
“Lo creo porque era su última carrera y a lo mejor habría podido lograr un mejor resultado o incluso pelear por el podio”, continuó visiblemente enojado.
“Entiendo que tenga una gran amistad con Jorge, cosa que puedo comprender, pero ha destrozado la carrera de otros pilotos”, dijo en referencia a la suya y, posiblemente, la de Alex Márquez. “Hay cosas que no deberían suceder en un campeonato como el nuestro”, señaló como una posible falta de profesionalidad.
“Contento de haber ayudado a mi mejor amigo a ser campeón”
Para Espargaró, lógicamente, las cosas fueron muy diferentes. El de Aprilia, en su última carrera, dijo reiteradamente todo el fin de semana que le hacía más ilusión el título de Martín que ganar su última carrera.
Al español le trasladaron las palabras de Bastianini, a lo que respondió con sarcasmo.
“Esperaba a Enea en la última vuelta para luchar por el podio, pero no ha llegado porque estaba tres segundos por detrás, con una Ducati oficial”, lanzó.
Espargaró justificó su actitud de escudero de Martín, pese a no ser ni compañero ni de la misma marca. “Jorge estaba solo ante el peligro, solo me tenía a mí. He dicho, aquí no pasa nadie. Muy contento de haber ayudado a mi mejor amigo a ser campeón del mundo. Jorge me ha dicho que lo hemos conseguido. Que me haga partícipe es muy bonito”, cerró enérgico la discusión.
“Aleix forma parte de mi equipo, de mi entorno, es uno más de los míos”, dijo por su parte Martín sin fisuras.