La situación de Sergio Pérez dentro de Red Bull se ha vuelto compleja, con una guerra interna más difícil de lo que se llegó a pensar, pero que también exhibe una gran verdad: Christian Horner y Helmut Marko han mentido todo este tiempo y, en la práctica, una vez que renovaron al mexicano hasta 2026 nunca más tuvieron el control sobre el destino de él como si lo han tenido sobre otros pilotos.
Las palabras dichas por Horner tanto a Sky Sports F1 como en la ronda de medios posterior a la carrera de Qatar, donde Motorsport.com estuvo presente, fueron similares: “No está disfrutando de la situación en la que se encuentra en este momento. Conoce las presiones de este negocio, y vamos a darle todo el apoyo que podamos hasta la bandera a cuadros en Abu Dhabi el próximo fin de semana. Y lo que decida hacer, será su decisión al final del día”.
“Creo que es lo suficientemente grande y sabio como para llegar a sus propias conclusiones”, expresó el directivo en esa reunión con medios.
De estas palabras hay dos lecturas que es interesante analizar. Mientras que la prensa europea se ha quedado con la invitación del directivo para el mexicano a renunciar, no podemos dejar de lado un factor: ¿Por qué el jefe de equipo que ha despedido a otros pilotos le está pidiendo a uno de sus competidores pensar en renunciar y no simplemente lo despide por el bajo rendimiento que han argumentado?
La suplicas de un Horner sin control
Lo primero que se lee entrelíneas de lo dicho por Horner es obvio: Red Bull ya no quiere continuar la relación con el mexicano.
No se puede negar que la falta de resultados en la segunda mitad es algo difícil de respaldar para un equipo que tiene en el otro extremo al campeón del mundo de 2024. Las razones de la caída de rendimiento son diversas, pero esa no es la revelación de las declaraciones de Horner.
Sergio Pérez, Helmut Marko, Christian Horner, Red Bull F1
Photo by: Motorsport Images
Una de las cosas más importantes de las palabras del director del equipo austriaco es la invitación a que el propio mexicano tome su decisión, un lamento de un directivo que parece ha perdido el completo control de su escuadra. Ahora un piloto, como Checo Pérez, puede dictaminar si Horner tiene o no libre el segundo asiento.
Si recordamos la historia de Red Bull, la marca tiene un sello característico en la F1: echar pilotos como si fueran juguetes que han pasado de moda.
El historial es largo empezando por el más reciente: Daniel Ricciardo. A él se le unen otros nombres como Daniil Kvyat, Jaime Alguersuari, Nyck de Vries, Alex Albon, Carlos Sainz Jr, Pierre Gasly, Sébastien Bourdais, entre otros.
Algunos han salido al terminar sus contratos, otros ni siquiera han tenido la oportunidad de despedirse. La piedad no existe en la empresa austriaca, al menos no en lo referente al Gran Circo. Una vez que los resultados no están o, simplemente se considera el piloto no podrá ascender a Red Bull, se le corta del programa.
Si observamos otros equipos de la F1 la situación es similar. ¿Cuántos recuerdan a un jefe de equipo suplicándole a su piloto hacer un autoanálisis y considerar si está listo para competir y, en caso de no, dejar la escuadra?
En ninguno de los viejos casos de Red Bull y el equipo B, ni Horner ni Marko invitaron a su piloto a retirarse. ¿Por qué con Checo Pérez sí? La respuesta parece estar en el contrato.
¿Red Bull y la prensa europea han mentido todo este tiempo?
Sergio Pérez tuvo que soportar en el jueves del GP de Qatar las preguntas sobre su futuro. De nueva cuenta el mexicano señaló que sabía lo que decía su contrato para 2025 y aseguraba estaría en el asiento de Red Bull para el próximo año.
Durante la mitad de temporada, lo normal era escuchar a Helmut Marko mencionar que tal vez habría una posibilidad de dejar fuera al mexicano en las vacaciones de verano, esto ante cláusulas de rendimiento. Kvyat y Gasly son dos ejemplos de que Red Bull podía hacerlo, incluso con resultados menos complicados que los exhibidos por el de Guadalajara. ¿Entonces por qué no hacerlo como en otros casos cuando además Marko ha alegado la lejanía entre Verstappen y Pérez?
Los rumores en el paddock es que Red Bull parece haber descuidado aspectos del contrato de renovación de Pérez y que ahora juegan en su contra, un acuerdo supervisado por Julian Jakobi, el mismo que dirigió los destinos de Ayrton Senna, una persona que algo debe entender del mundo de la F1 (sarcasmo) y parece haber blindado al originario de Guadalajara.
Alexander Jakobi y su padre Julian Jakobi GP Sports Management
Photo by: Sam Bloxham / Motorsport Images
A esto se debe agregar que, sin duda, Carlos Slim Domit, el mayor impulsor de Checo Pérez para que llegara a la F1, tuvo que haber revisado su contrato con su grupo de abogados. La familia Slim llegó a ser por un tiempo la más rica del mundo, según Forbes. Hoy en día ocupan la posición 19 de la prestigiosa lista. ¿Se puede llegar a esas posiciones sin tener un escuadrón de abogados que blinden las condiciones en caso de una crisis?
El resto de pilotos que han salido de la familia Red Bull, gran parte de ellos han sido formados en la academia por lo que sus contratos, firmados desde que eran jóvenes y ajustados cuando llegaron a F1 tienen cláusulas que benefician a la firma austriaca, no a los competidores, con sus excepciones para sus estrellas como Verstappen y Sebastian Vettel.
A riesgo de no tener un conocimiento certero del contrato, las cláusulas que protegen al mexicano deben involucrar una liquidación jugosa con muchos ceros o, algún otro arreglo que Red Bull no es capaz de cumplir en este momento, como encontrarle un asiento en otro equipo.
Los medios europeos han dado a Checo Pérez fuera de la escuadra de Milton Keynes desde su segundo año y, hasta ahora, todas sus predicciones han fallado. El ansiado despido del verano no se dio, su anuncio de retiro en México tampoco, ni siquiera la llegada de Franco Colapinto se ha consumado, pero es cierto que los ataques se han intensificado este año.
Surge la pregunta de ¿quién ha filtrado esa información desde Red Bull? Al escuchar los gritos desesperados de Horner para pedirle al piloto mexicano su retirada se podría pensar que tanto él como Marko, quien citó cláusulas de rendimiento que, hasta ahora no han tenido efecto, son los artífices de ello intentando reventar la posición de Pérez y, con ello, reducir el monto de compensación, que debe ser el tema central en estos días para intentar terminar la relación.
Sergio Pérez, Red Bull Racing
Photo by: Red Bull Content Pool
La situación para Horner no debe ser sencilla dentro del corporativo Red Bull. El año ha sido un caos partiendo por la investigación en su contra pasando por la pérdida de personal clave, el más destacado de ellos Adrian Newey, así como la caída de rendimiento en el coche que también afectó a Verstappen. ¿Los directivos como Mark Mateschitz estarán felices de ver al jefe del equipo suplicar a uno de sus pilotos dejar el asiento y de pagar una conclusión anticipada de millones de dólares?
Como ya lo ha dicho Horner, el propio Checo Pérez será él quien decida si seguir o no con ellos. Sin importar la decisión, quedó exhibido que Red Bull no tuvo realmente la posibilidad de despedirlo a mitad de temporada, que la prensa europea nunca supo realmente cuándo se iría del equipo y que un mexicano, tan criticado por los europeos, logró doblegar a un equipo acostumbrado a hacer con sus pilotos lo que quisieran para él imponer sus condiciones.
In this article
Luis Ramírez
Fórmula 1
Sergio Pérez
Red Bull Racing
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