Jorge Martín admite que es fácil perderse con la fama y el dinero de un campeonato

Jorge Martín sigue paladeando su título de MotoGP. El piloto español cerró el gran objetivo de toda su carrera deportiva en el GP Solidario de Barcelona que cerró la temporada 2024, al conseguir doblegar a Pecco Bagnaia al manillar de la Desmosedici satélite del equipo Pramac.

Desde entonces, el de San Sebastián de los Reyes ha pasado por mucho: ha comenzado su nueva etapa con Aprilia, marca para la que pilotará desde 2025 para tratar de llevar al proyecto a lo más alto de la categoría reina, ha realizado numerosas entrevistas como corresponde al poseedor de la corona y le han hecho distintos homenajes, como el que le realizó hace unos días su equipo de fútbol predilecto, el Atlético de Madrid.

Es indudable que, con su reciente éxito en MotoGP, estas son muestras de que Martín ha entrado en un nuevo nivel en su profesión, lo cual hace que muchos se pregunten sobre cuestiones diversas al respecto, como por ejemplo cómo afronta él un aspecto como el dinero. 

Recientemente, al ser entrevistado en el podcast de YouTube ‘Tengo un Plan’, el #89 fue preguntado por el tema económico y por cómo es en el mundo de las dos ruedas. Así, Martín explicó cómo ha sido su relación con el dinero y por cómo es en el Mundial, en cuyas categorías inferiores hay quienes pagan para tener el asiento.

“Básicamente, en Moto3 yo ya ganaba dinero. En cuanto subí al Mundial, con Aspar, yo ya tenía mi contrato, no me acuerdo pero igual eran 30 o 40 mil euros”, empezó diciendo el bicampeón del mundo.“Más algún sponsor, con 17 años ya ganaba unos 70.000. Luego, hay pilotos de Moto3 que pueden estar ganando 150.000 euros, o así, con todo. Los pilotos buenos. Pero de la categoría, el 60 por ciento paga y el 40 por ciento gana algo“.

“En Moto2 diría que es al revés, el 60 por ciento gana dinero. Igual están en 300.000 euros o así, que ya es dinero, puedes ahorrar y hacer cosas que te pueden dar tus ingresos. Y un 30-40 por ciento seguirá pagando por estar en Moto2, igual 400 o 500 mil. O más. Y en MotoGP, llegas ganando menos, porque lo que quieres es llegar. Y puedes ganar desde 600.000 hasta los 12 millones por año que se han llegado a ganar”, siguió.

De hecho, Martín se abrió en canal para contar algún episodio en el que se había dejado llevar por ciertas excentricidades y relató lo “fácil” que es “perderse” en el camino al éxito en determinados momentos, algo que él no hizo y que agradeció a la educación que ha recibido de su familia y de sus padres, Ángel Martín y Susana Almoguera.

“Cuando subí a MotoGP, me quedé soltero, gané en Austria mi primera carrera… Y empecé a salir de fiesta. Yo nunca había salido mucho, la verdad, pero empecé a bajar a Barcelona para ir de fiesta. Recuerdo que llegaba un domingo de carreras y me iba a Barcelona de fiesta. Volvía a entrenar a Andorra, y el fin de semana volvía a Barcelona de fiesta. Otra carrera, y así”, detalló.

“Seguía siendo rápido, y todo iba bien. Pero llegó un momento en el que en una discoteca llegó una cuenta, que no voy a decir cuánto fue, pero cuando la vi pensé, ‘se te ha ido la olla, ¿qué haces aquí?’. La pagué, pero desde ese día hubo un cambio en mí. Ese no era yo. Volví un poco a mis raíces y pensé que eso no podía hacerlo. Ahí corté y se acabó. A los meses conocí a María, a mi novia, y eso me ha ayudado a mantener la cabeza. Pero es muy fácil perderte”.

“Creo que he tenido una educación muy buena, y mis padres y mis abuelos siempre me han tenido con los pies en la tierra. Pero haces así [haciendo un gesto de cambio], y cuando te das cuenta, entre esos amigos que dicen que lo son ya no hay nadie y estás sin un duro, y se te acaba la carrera deportiva. Fue ese momento, pero ya nunca más. Ahora me va muy bien. Pero hay que saber lo que tienes, ser feliz con ello y disfrutarlo. Y ayudar sobre todo a los tuyos. Mi madre y mi padre trabajan para mí, y toda la gente que pueda ayudar… Estoy orgullosísimo de ello”, siguió.

Por último, Martín señaló qué motivaciones tiene y por qué el dinero no es precisamente una de ellas: “Me motiva muchísimo el reto del año que viene con Aprilia, y sobre todo el legado que pueda dejar cuando me retire, y ser alguien. Y eso al final no hay dinero que lo compre. Con lo que tengo, podría retirarme hoy y vivir. Pero quiero ser alguien. El dinero es una consecuencia. Si lo puedo conseguir, perfecto. Pero si no, haría lo mismo ganando dinero que sin ganarlo. Quiero ser una leyenda de MotoGP, que se me recuerde. Trascender a otras generaciones”, finalizó.