A principios del año pasado, el francés renovó su vínculo con Yamaha, que ahora expira a finales de 2026, y se convirtió en el piloto mejor remunerado de la parrilla, con un sueldo de base de alrededor de diez millones de euros. Al margen del factor económico, los ejecutivos de la marca de los diapasones le prometieron a su último campeón (2021) que redoblaría su compromiso en la división de MotoGP, para reflotar el proyecto y darle la posibilidad de volver a ganar.
Más de un año después de todo aquello, Yamaha parece seguir en el mismo sitio si tenemos en cuenta lo sucedido en la primera cita del curso, en Buriam, donde Fabio Quartararo finalizó el 15º, y en la sprint celebrada este sábado en Argentina, donde cruzó la meta el décimo, 12 segundos después de que lo hiciera Marc Márquez, el ganador. Eso supone una ventana de un segundo por vuelta respecto del ganador, un mundo, a pesar de arrancar el séptimo.
“No podemos luchar contra ninguna moto. Apreté mucho al principio y la goma cayó de rendimiento. Tenemos muy poco agarre. A una sola vuelta no vamos mal, pero debemos entender por qué nos falta tanto en las tandas largas”, resumió Quartararo, cuyo nivel de frustración empieza a ser parecido al de los dos últimos cursos.
Además de incorporar a Max Bartolini como responsable técnico con vistas al año pasado, y de cambiar el enfoque del desarrollo de la M1 y darle más vuelo a los proveedores europeos, Yamaha recuperó su escudería satélite, incorporada este ejercicio como un segundo equipo de fábrica.

Fabio Quartararo, Yamaha Factory Racing
Foto de: Yamaha MotoGP
A pesar de las buenas palabras y del buen rollo que parece abundar en los dos garajes, la mejora del prototipo de la marca de los diapasones no termina de verse por ningún lado. De hecho, hay pilotos que consideran que Honda, también en reconstrucción, ha mejorado mucho más en los últimos tres meses de lo que Yamaha lo ha hecho en un año. Completados unos test de pretemporada esperanzadores, a la que ha comenzado lo serio las cosas parecen haber vuelto al punto en el que estaban hace meses.
“Llevamos desde que comenzó la temporada acabando los últimos. Los test son una cosa, pero en la carrera estamos a la cola”, finalizó el Diablo.
En este artículo
Federico Faturos
MotoGP
Fabio Quartararo
Yamaha Factory Racing
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