El vuelo de Kyffin Simpson tras un fuerte choque el viernes en Indianápolis

Cuando sólo habían transcurrido 50 minutos de los entrenamientos del viernes de la Indy 500, Kyffin Simpson y el Honda nº 8 de Chip Ganassi Racing se vieron abocados al desastre. Varios pilotos ya habían superado las 230 mph de media por vuelta con el turbo al máximo, incluido Scott McLaughlin, , que casi alcanzó las 234 mph en el transcurso de una vuelta.

Simpson, de 20 años, realizaba su primera tanda del día cuando el coche se tambaleó a la salida de la curva 4 antes de hacer un trompo. El coche chocó contra el muro e inmediatamente se levantó del suelo, volando por los aires antes de caer de lado. El coche de Simpson volvió rápidamente a sus ruedas antes de estrellarse también contra el muro interior, llegando a detenerse en la entrada del pit road.

“Sí, estoy bien”, dijo Simpson por radio. “Pero tío, eso ha sido flojo”.

Momentos después del incidente, Alexander Rossi tuvo un encuentro con un camión de seguridad AMR que estaba llegando a la escena. Rossi estaba frustrado, haciendo gestos al camión de seguridad y expresando su descontento por radio.

Simpson: “Ha sido raro”

En cuanto a Simpson, el piloto de CGR fue revisado y dado de alta del centro de atención en el infield sin problemas. Sin embargo, el equipo tuvo que recurrir a un coche de reserva, ya que los daños en su coche principal eran demasiado graves. La parada también se prolongó porque había que hacer reparaciones en la barrera SAFER a la salida de la curva 4.

“Estoy bien”, dijo Simpson a IndyCar en FOX. “Es una manera difícil de empezar un viernes rápido. Un accidente extraño. Todo fue raro”.

“Fue raro incluso desde la salida. Algo no iba del todo bien. Seguí yendo a la derecha en el gato de peso y traté de ayudar al coche a salir y realmente nunca se sintió de la manera que esperaba que lo hiciera. Fue una vuelta rara. Volveremos atrás, miraremos algunos datos, intentaremos averiguar qué ha podido fallar e intentaremos asegurarnos de que no vuelva a ocurrir”.

El único incidente de los tres días de entrenamientos anteriores fue un inocente trompo de Christian Rasmussen, que salió ileso de una salida de pista el jueves.