Cuatro días han pasado desde que Marco Bezzecchi se impuso en Silverstone, contra la mayoría de los pronósticos, en un inesperado giro al guion protagonizado por Jorge Martín y Aprilia que firmaría el propio Alfred Hitchcock. Massimo Rivola, CEO de la división de carreras de la marca de Noale, aprovechó la coyuntura para reivindicar el potencial de la RS-GP, a la vez que invitaba al español a reconsiderar su intención de quedar libre a final de esta temporada, dejando sin efecto el segundo año de contrato.
De forma más o menos explícita, el ejecutivo busca subrayar que el actual campeón del mundo se equivoca por partida doble en el análisis que hace de la situación. Tanto en la interpretación de la cláusula de rendimiento en la que se ampara para tratar de marcharse, como en la evaluación que hace de la moto. El comunicado lanzado por Aprilia hace ahora justo una semana descartaba cualquier posibilidad de pactar una ampliación en el periodo de prueba estipulado (seis grandes premios), y remitía a su piloto a cumplir con las obligaciones acordadas. El domingo, con el subidón de la victoria, Rivola tiró por una vía algo más empática. “El mensaje que le mandamos a Jorge es que la moto está lista para que él también pueda ganar con ella”, dijo entonces el exdirector deportivo de Ferrari, que probablemente esperaba una respuesta algo distinta a la que ofreció ‘Martinator’ este jueves.
“Cuando lo firmamos, acordé con Aprilia que, si no se daban determinadas circunstancias, me reservaba el derecho a decidir mi futuro para 2026. Esta fue una condición esencial para aceptar la propuesta de contrato que me ofrecían en aquel momento”, expresa el piloto, antes de añadir, de forma inequívoca: “Ante la situación de tener que tomar una decisión en una fecha que me viene establecida por contrato, he decidido ejercer mi derecho a liberarme para la temporada 2026”.
La reacción no deja lugar a dudas, y nadie puede leer estas palabras como un paso atrás. Aunque tampoco como una declaración de guerra. Motorsport.com entiende que la estrategia de Martín, que está aconsejado por uno de los bufetes de abogados más prestigiosos de España, se basa en su credibilidad. No quiere que haya ninguna duda de la existencia de la cláusula de la discordia, ni tampoco de la importancia que tuvo su inclusión, como condición ‘sine qua non’ para que se concretara su fichaje
Llegados a este punto, las dos posiciones están muy lejos de aceptar encontrarse a medio camino. Aprilia no solo considera que la cláusula no es válida, porque el piloto se ha perdido cinco de las seis carreras estipuladas como periodo de prueba de la moto. Sino que ni siquiera ha reconocido que exista. Y Martín, a su vez, se siente engañado por la misma compañía que hace un año le convenció para que se uniera al proyecto, precisamente con la aceptación del redactado de esa cláusula.

Jorge Martín, Aprilia Racing Team
Foto de: Mirco Lazzari GP – Getty Images
Una vez que ambas partes se han manifestado, lo más lógico es pensar que las aguas se calmarán, al menos hasta que el bicampeón del mundo de Moto3 y MotoGP esté en condiciones de reaparecer, una vez se recupere de las múltiples lesiones que se hizo en Qatar, en la única parada del calendario en el que ha participado. Habrá que estar atentos, eso sí, al All Stars, el evento que reúne a toda la familia de la marca italiana y que se celebra este domingo en Misano, y al que Martín está obligado a ir.
De forma más o menos explícita, Aprilia ha dejado bien claro que piensa llegar hasta las últimas consecuencias para lograr que el madrileño no se suba a una moto de la competencia antes de 2027. En Le Mans, donde todo estalló, Rivola se reunió con Hikaru Tsukamoto, presidente de HRC, para advertirle del riesgo jurídico que supondría presentarle una oferta a un corredor con contrato en vigor. Ese encuentro en ningún caso provocó que días después, ya en Silverstone, Alberto Puig reconociera abiertamente el interés de Honda en incorporar a Martín, en caso de que este resuelva su situación. “Todos los equipos del paddock estarían interesados en alguien como Martín. A quien no le interese es que es un idiota”, soltó el team manager de la escudería japonesa, que, en cualquier caso, negó que Honda hubiera realizado ninguna propuesta formal.
Si Aprilia solo considera como alternativas el cumplimiento del acuerdo con su piloto o la vía judicial, Motorsport.com interpreta que el #1 no tiene tan claro querer llegar a los tribunales. No porque considere débiles sus argumentos, sino por una cuestión de pragmatismo. Por un lado, porque el asunto se dirimiría en Italia, donde el grupo Piaggio, matriz de Aprilia, tiene un peso específico enorme.
Y, por el otro, porque verse en un proceso que puede tardar meses en resolverse, probablemente mantenga alejados a quienes estén interesados en contratarle. Ante este embrollo, lo más sensato parece una solución pactada, seguramente con indemnización de por medio, para limitar los perjuicios de unos y otros.
En este artículo
Oriol Puigdemont
MotoGP
Jorge Martín
Aprilia Racing Team
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