el legado de Carlos Contreras y su hermano Enrique

La historia de NASCAR y México tal vez nunca hubiera pasado de no haber sido por dos hermanos: Carlos y Enrique Contreras, dos mexicanos quienes llegaron a la organización más importante de stock cars en el mundo por lo que algunos podrían considerar un momento de suerte, pero en realidad parecía que el destino los tenía unidos.

Mientras que hoy Daniel Suárez es el primer mexicano en haber llegado a NASCAR Cup así como el primer no estadounidense en proclamarse campeón de una serie nacional, Carlos Contreras se convirtió en el primer hispano en disputar una temporada completa en una de las tres divisiones más importantes de la organización, un objetivo que estaba lejos de sus sueños pero que cristalizó inmortalizando la famosa camioneta 43 patrocinada por la marca Hot Wheels.

Porque la vida de Carlos Contreras estaba enfocada en tratar de llegar a IndyCar, de seguir los pasos establecidos por Herdez, un patrocinador mexicano que permitió a Mario Domínguez y Michel Jourdain Jr arribar a la serie open wheel. Sin embargo, en una visita a una carrera de Domínguez, NASCAR Trucks era la preliminar y fue ahí cuando los hermanos Contreras se enamoraron de NASCAR.

El siguiente paso fue dejar México, la serie local Mustangs, para a finales de 1999 debutar en la serie Trucks en el mítico óvalo de Fontana, California, el mismo fin de semana donde Adrián Fernández se impuso en ese óvalo en IndyCar.

“Fue un fin de semana donde yo no sabía a lo que iba porque me subí a la camioneta sin haber practicado. Nunca me había subido a un coche de NASCAR, ni en categorías inferiores. Lo único que había manejado eran los Mustang en México. No corríamos en óvalos, eran carreras de 45 minutos en circuitos chiquitos. Nunca había corrido en un Superspeedway como en Fontana. Me subí e hice lo que tenía que hacer. En la calificación sorprendimos, le ganamos a mis dos coequiperos. En la carrera terminamos en la vuelta del líder, calificamos séptimos y acabamos 14. Eso generó buena impresión y ahí empezaron las negociaciones”, recuerda Contreras.

Esa actuación hizo que Kyle Petty lo visitara en su camión. “En mi primera carrera, la que mencionábamos se acercó y entró a mi tráiler y yo me quedé impactado de que me dijeron ‘tienes visita’ y lo vi a él, me dio la mano, se presenta conmigo y me dijo ‘que gran trabajo acabas de hacer. No eres de NASCAR, nunca te había visto, tu nombre no me es familiar. Todos los que están aquí, todos los que están aquí corriendo contigo, a todos los conozco desde que empezaron en categorías inferiores”.

Cómo un mexicano impresionó a la familia Petty

La buena actuación de Contreras lo llevó a disputar en 2020 su primera temporada completa y si lo de California fue destacado, en Daytona también impresionó colocándose 13°. Sin embargo, esos resultados tenían detrás muchas carencias que él mismo admitía tener y que eran resultado de nunca haber corrido algo similar a NASCAR.

“Recuerdo que había carreras donde le preguntaba a Enrique ¿Dónde me trajiste? Yo no estaba preparado para ese tipo de carreras, estaba yo muy acostumbrado a 40 minutos de carrera, pero yo no estaba preparado para estas temperaturas, no tenía ni el traje, no tenía ni el aire acondicionado que usaban otros, ni siquiera mi casco tenía entrada de aire. No tenía nada adecuado. Todos esos errores pues me hicieron. Fue una aventura muy difícil, donde a veces me daban ganas de aventar la toalla.

“Yo no tenía experiencia. El primer año no tenía nada, no conocía las pistas, no conocía el banking, no conocía cada pista, era una aventura nueva, iba yo ciego y sin embargo llegamos a tener buenos resultados como cuando liderados en Watking Glen”.

Carlos Contreras

Photo by: James Spires

A eso, se sumaba otro factor. “La falta del inglés. Mi hermano no hablaba mucho inglés. Fue algo difícil al inicio, pero logramos salir adelante” recuerda Enrique Contreras.

Con esos resultados, Contreras fue contratado por Petty Enterprises para correr en el 2001.

“Fue importante correr con ellos, porque son una leyenda. Fue un cambio difícil para mí porque pues veníamos de un equipo muy humilde, la verdad muy bueno, muy humilde y llegamos a un equipo diferente. Antes tenía que sacar mi nomex y llevármelo a mi casa y lavarlo y así usarlo hasta que se hiciera viejo. Cuando llegué con los Petty teníamos nuestro avión privado para el equipo. Recuerdo cuando llegué a mi primera práctica con ellos y al abrir el closet había siete trajes y cuatro cascos ya pintados. Era un cambio total”.

Sin embargo, los resultados no se dieron. Comercialmente la camioneta 43 se volvió muy popular. “No era un equipo ganador en este momento, pero cuando llegó Hot Wheels con la número 43 se volvió un equipo icónico”, lo cual también repercutió en la popularidad de Carlos Contreras, quien hasta la fecha es reconocido por la comunidad NASCAR en Estados Unidos.

Carlos Contreras

Photo by: James Spires

“Es increíble, es increíble y se siente bien bonito”, expresó el mexicano quien, desafortunadamente solo tuvo tres temporadas completas hasta 2002, momento en que la empresa de juguetes cortó el programa de patrocinio a nivel global.

“En lo deportivo, me hubiera encantado ganar carreras, estábamos muy verdes en general. El tercer año para mí siguió siendo un año de aprendizaje. NASCAR no es fácil, no traía la escuela y fue algo complicado. Cuando pudimos dar batalla lo hicimos, dimo muy buenas carreras, llegamos a liderar varias”.

Sin racismo

Mientras que en el exterior existe una imagen de que NASCAR podría ser un circulo muy cerrado por sus orígenes sureños, Carlos Contreras nunca sintió ningún tipo de discriminación.

“Éramos extraños, porque nunca antes un mexicano había corrido, pero solo era eso”, recuerda Enrique Contreras, quien viajaba a cada carrera con Carlos.

“Desde que llegamos, varios nos preguntaban qué necesitábamos. La verdad, todos me abrieron las puertas. Todos fueron muy amistosos. Nunca hubo nada de racismo, nunca hubo absolutamente nada. Al contrario, hubo puras atenciones buenas hacia mí, hacia mi persona siempre”, expresó Carlos.

Los éxitos de Contreras también ayudaron a dar el primer paso para el programa NASCAR for Diversity, así como a la creación de las bases para NASCAR México con el proyecto de su hermanos Enrique de una categoría de camionetas, misma que evolucionó y ayudó a que Cup por fin llegara a México.