El piloto de Ducati logró la victoria 93, su número, en la misma pista donde consiguió su primer triunfo mundialista, en la ya desaparecida clase de 125cc, un circuito en el que solo había ganado una vez en la clase reina, hace 11 años, y que nunca se le había dado especialmente bien. Pero este año Marc Márquez está a un nivel físico y de pilotaje que les está acercando a marchas forzadas a su gran objetivo, que no es otro que ganar el Mundial seis años después del último, el de 2019.
“Es increíble la sensación, hoy no era con el color rojo, pero llevar estos colores en el día de Ducati, en el circuito de Ducati, con tres Ducati en el podio, es muy importante para ellos y también para mi porque me siento de la familia ducatista y estoy muy contento”, dijo el español tras celebrar la victoria ante los aficionados ducatistas en la pista. “Estoy muy contento por lograr los 37 puntos en este circuito”, añadió.
“La verdad es que ha salido todo redondo. Se ha trabajado mucho más y se ha sufrido mucho más que en Aragón, hemos ido más al limite y lo hemos disfrutado y sufrido más, sobre todo en las primeras vueltas, con ese cuerpo a cuerpo con Pecco, que ha salido con muchísimas ganas. Quería gestionar gomas pero al mismo tiempo me atacaban y quería dejar pasar unas vueltas, mantener la calma y empezar a imponer el ritmo de los entrenos, un poco más lento por la pista, pero contentísimo de poder ganar aquí en Mugello”, insistía.
“Una vez más el principal rival lo tenemos en casa, de verdad, está haciendo una grandísima temporada”, en referencia a su hermano Alex Márquez, que volvió a ser segundo y ahora está a 70 puntos de distancia.

Marc Márquez, Ducati Team
Foto de: Tiziana Fabi / AFP via Getty Images
“El año pasado cuando llegue a la Ducati llevaba diez años con un estilo diferente en Honda, el ADN de la Ducati no cambia, la moto puede ir mejor o peor, pero hay que pilotarla con el neumático trasero y ser muy fino, sin forzar. He ido dando pasitos y este año he sumado la expresividad a la gestión de carrera en las últimas vueltas”, explicaba su progresión a preguntas de Jorge Lorenzo en DAZN.
“Muy contento de haber ganado en Mugello, os prometo de verdad que venía con la mentalidad de defender y perder los menos puntos posibles, pero ayer vi que era posible ganar y lo iba a intentar. Pecco ha salido con muchas ganas, pero en mi cabeza me repetía que la carrera era muy larga y que tenía que tener paciencia”.
Marc lo celebró con los dualista en pista y con su equipo, pero ahora quiere centrarse en la próxima semana y el GP de los Países Bajos.
“La semana que viene tenemos Holanda, otro circuito en el que tenemos que estar con máxima concentración, recuperarse bien porque hay una prioridad y no podemos tener distracciones para conseguir el objetivo”, en clara referencia al campeonato del mundo, el noveno.
Ahora, con 70 puntos sobre Alex y 110 sobre Pecco Bagnaia, Marc juega con red de seguridad.
“Uno de los objetivos a principio de temporada era tener los 37 puntos de diferencia, por si hay un fallo, una caída, no me gusta utilizarlos así, pero puede pasar y te permite seguir en la pelea”, una lucha que es con su propio hermano.
“No quiero olvidar a nadie, ni a Pecco, ni a Franco Morbidllli ni a Fabio Di Giannantonio, que son muy rápidos y el campeonato es muy largo todavía, pero de momento el máximo rival lo tengo en casa, trabajo con él, entreno con él, duermo la siesta con él y estamos juntos todo el día”, dijo antes de corregirse a sí mismo: “Duermo la siesta con él pero separados eeeh!!! (bromeó), en el motorhome estamos casi durmiendo cabeza con cabeza y luego nos peleamos a 300 por hora en la pista, hay que disfrutarlo mucho por que es absolutamente histórico, pelear un Mundial con tu hermano no es lo normal”, destacó.

Marc Márquez, Ducati Team
Foto de: Gold and Goose Photography / LAT Images / via Getty Images
“Normalmente cuando tienes un rival intentas esconder tus cosas en secreto, pero con Alex nos queremos bien y nos ayudamos mutuamente, por la mañana nos hemos comentado los neumáticos, al final tenemos la suerte que está en un gran equipo y creciendo muchísimo, me esta enseñando de lo que es capaz y que siempre hay que creer”, dijo.
Por último, Marc sacó a relucir su madurez cuando le preguntaron si celebrar la victoria con la bandera de Ducati era una forma de ganarse a los fans italianos.
“Se podía haber celebrado con la bandera del 93, porque era la victoria 93. Pero no hace falta provocar, es mejor hablar en la pista, dar el cien por cien. Me siento a gusto, cómodo, parece que hable como si tuviera 60 años, pero con 32 en el Mundial estoy ya de vuelta y esto (los pitos) forma parte de las carreras”, sacó hierro al asunto.
En este artículo
Germán Garcia Casanova
MotoGP
Marc Márquez
Ducati Team
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