En un comunicado oficial difundido esta tarde, la Comisión anunció que daba su aprobación a la adquisición de Dorna por parte de Liberty Media “sin condiciones”.
“La Comisión ha aprobado incondicionalmente la adquisición propuesta de Dorna Sports por parte de Liberty Media Corporation con arreglo al Reglamento de la UE sobre concentraciones. La Comisión ha llegado a la conclusión de que la operación no planteará problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo (EEE)“, explica la nota oficial.
“La decisión adoptada hoy es consecuencia de una investigación en profundidad de la operación propuesta. Liberty Media y Dorna son ambas empresas internacionales de medios de comunicación. Liberty Media posee participaciones en una amplia gama de empresas de medios de comunicación, deportivas y de entretenimiento, incluida la competición de vehículos de motor Fórmula 1. Dorna es la organizadora y titular de los derechos comerciales del Gran Premio del Campeonato del Mundo de Motociclismo (MotoGP). Según Liberty Media, la operación le facilitará aprovechar su experiencia en medios de comunicación, deportes y entretenimiento, con Fórmula 1 entre otras, para aumentar la popularidad y el atractivo de MotoGP”, añaden.
El último escollo
Este trámite era el último escollo, imprescindible, para que se cierre la compra del 86% de la compañía española, por la que Liberty, titular de los derechos de explotación del campeonato del Mundo de Fórmula 1, pagará alrededor de 4.200 millones de dólares. La cúpula directiva de Dorna, con Carmelo Ezpeleta y Enrique Aldama a la cabeza, mantendrán el 14% restante. El pasado sábado, en Mugello, Dorna organizó una foto con los propietarios de las 11 estructuras de la categoría de las motos pesadas, junto a Ezpeleta. Esta será, seguramente, una de las imágenes con las que se ilustrará el cambio de propiedad.

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna
Foto de: Marc Fleury
A pesar de que el acuerdo de compra se anunció en abril de 2024, la intervención de la Comisión Europea ralentizó la compra más de lo que ambas partes hubieran deseado. En diciembre, el órgano que regula el mercado de la competencia informó de la apertura de una “investigación en profundidad”, ante la sospecha de que la transacción podía colocar a Liberty Media en una posición dominante en el mercado de concesión de derechos de retransmisión de carreras en Europa, cosa que, en última instancia, podría derivar en un aumento de los precios al consumo. A la vez, el proceso abierto también se centró en averiguar si la influencia de John Malone, principal accionista tanto de Liberty Media como de Liberty Global, podría llegar a expulsar a radiodifusores rivales en países en los que opera Liberty, como Bélgica, Irlanda y los Países Bajos.
El plazo para llevar a cabo la citada investigación expiró el pasado 14 de mayo, y la resolución debía hacerse pública antes del primero de julio. A principios de abril, tanto ‘The Capital Forum’, una agencia informativa de índole financiero, como ‘Reuters’, adelantaron la intención por parte de la Comisión Europea de dar luz verde a la adquisición, circunstancia que debe oficializarse esta misma semana. Motorsport.com interpreta que la demora en la resolución del asunto se debía a la voluntad de Bruselas de argumentar con la mayor precisión posible el punto de vista adoptado en una materia que puede generar jurisprudencia.
Mesa de trabajo conjunta
Una vez anunciada la compra este lunes, los ejecutivos de ambas partes crearán una mesa de trabajo conjunta cuyo objetivo será la expansión del Mundial de MotoGP a todos los niveles y territorios posibles. A pesar de que ya ha habido encuentros entre ambas partes, las primeras reuniones conjuntas para definir la nueva operativa deberían tener lugar en Madrid, sede financiera de Dorna, la segunda semana de julio.
La llegada de Liberty debe poner fin a la incertidumbre que se ha instalado en la mayoría de los departamentos de Dorna el último año. En ese sentido, una de las áreas más expuestas es la de comercial, encargada de vender los derechos televisivos, las entradas, los espacios publicitarios y de patrocinio, de generar visibilidad y, en definitiva, dar a conocer el certamen. “El negocio tiene un potencial de crecimiento significativo y pretendemos impulsar el crecimiento del deporte para los aficionados, los equipos, los socios comerciales y nuestros accionistas de MotoGP”, advertía Liberty, en abril del año pasado.
La impresión más extendida en las altas esferas de Dorna es que MotoGP es un producto excepcional que no termina de explotar todo su potencial comercial. Para ponerle remedio a eso, los pilares fundamentales son aumentar el radio de alcance y penetrar en mercados clave, caso de Estados Unidos; fomentar el crecimiento de la audiencia televisiva y captar grandes patrocinadores.
Eso es, precisamente, aquello que ha llevado a la F1 a multiplicar exponencialmente su popularidad, con maniobras como la creación de ‘Drive to Survive’ la serie documental de Netflix cuyo estreno coincidió con el confinamiento prácticamente global que provocó el COVID; o la recientemente estrenada producción de Hollywood ‘F1: The Movie’, protagonizada por la súper estrella Brad Pitt.

El actor Brad Pitt, en la película F1
Foto de: Getty Images
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