La escudería Red Bull entró en una nueva era el 9 de julio, cuando se confirmó la noticia de la destitución de Christian Horner de su puesto como director general y jefe del equipo. El británico había estado al mando en Milton Keynes desde 2005, en los primeros días de la estructura austríaca, con la que ganó un total de 14 títulos mundiales (ocho en el campeonato de pilotos y seis en el de constructores).
Sin embargo, los últimos 18 meses del mandato de Horner no fueron nada tranquilos. Todo comenzó en febrero con la aparición de rumores sobre lo que pronto se convertiría en el famoso “caso Horner”, un asunto relacionado con un presunto comportamiento inapropiado hacia una empleada que sacaría a la luz la lucha interna de poder que se vivía en Red Bull desde la muerte de Dietrich Mateschitz, cofundador de la marca austríaca.
A eso se sumaron otros temas, como la salida de figuras históricas del equipo directivo —entre ellas Adrian Newey y Jonathan Wheatley—, el descenso progresivo de rendimiento frente a McLaren o la gestión del segundo asiento. En cualquier caso, el puesto de Horner no quedó vacante por mucho tiempo, ya que fue reemplazado ese mismo día por Laurent Mekies, quien hasta entonces era el director de Racing Bulls, la otra escudería de la parrilla propiedad de Red Bull.
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El francés afrontará el mayor desafío de su carrera al asumir el mando de una estructura de primer nivel profundamente marcada por su predecesor. Mekies fue durante mucho tiempo ingeniero en Toro Rosso (la antigua identidad de Racing Bulls), antes de pasar por la FIA y luego por la dirección deportiva de Ferrari. No obstante, para Helmut Marko, asesor de Red Bull, no hay dudas sobre la capacidad de Mekies para tomar el relevo de Horner.
“En Bélgica se abrirá un nuevo capítulo para Red Bull Racing y Racing Bulls, con Laurent Mekies como director del equipo RBR y Alan Permane como director del equipo Racing Bulls”, escribió en su columna habitual para Speedweek. “Alan, antiguo director deportivo de Racing Bulls, era para nosotros la elección lógica, ya que no queríamos contratar a alguien de fuera. En realidad, simplemente ampliamos sus funciones actuales.”
“Laurent también se impuso para este nuevo cargo por las mismas razones: se trata de una solución interna y es un hombre con una experiencia considerable. Gracias a sus variadas funciones, especialmente en la FIA y en Ferrari, Laurent tiene todas las cualidades necesarias para dirigir con competencia un equipo de primer nivel”.
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