La última ocasión en que el deporte motor tuvo un papel activo durante unos Juegos Olímpicos fue en París en 1900, en los mismos años en que se incluía en el programa al cricket y los vuelos en globo.
Los Juegos se realizaron en conjunto con la Exposición Universal, la cual llevó cerca de seis meses en completarse, y había incluso una sección para furgonetas eléctricas (toma eso, Fórmula E).
Desde entonces, los rallys fueron los más cercanos a ser una parte de la más grande cita deportiva, ambas veces en Alemania. En 1936, Brit Betty Haig recibió una medalla de oro por ganar el Rally Olímpico, una competencia de dos mil millas que probablemente avergonzó al régimen nazi en el poder previo a la Segunda Guerra Mundial en su línea de meta en Berlín.
El evento se repitió en 1972, el cual comenzó en la sede de la regata olímpica en Kiel y terminó, seis días más tarde, en el estadio Olímpico de Múnich – aunque vale la pena señalar que los dos eventos se corrieron antes de los Juegos.
Como dato, en el asiento del copiloto ganador del bólido Alpine A110 de 1972 era nada menos que Jean Todt …
F1, la FIA y el COI
En 2012, la FIA, bajo la dirección de Todt se creó a la Federación Internacional la cual está reconocida por el Comité Olímpico Internacional. El COI había eliminado desde cinco años antes la cláusula acerca de los deportes con propulsión mecánica los cuales etiquetaba como “no aceptables”.
Básicamente, la FIA ocupó uno de los asientos en la mesa y se convirtió en una voz que el COI deberá escuchar en algún momento. La clave de esto ha sido que la FIA firmó la Carta Olímpica, así como sus normas antidopaje y, quizás lo más importante, la creación de la Comisión de pilotos.
Lo digo porque este organismo está “bajo la obligación de proteger a nuestros atletas”. Basta con pensar en que la obligación moral cuando vuelva a leer una historia sobre los límites de seguridad o la pista. De todos modos, estoy divagando…
Bernie Ecclestone, Director General del Grupo Fórmula Uno (FOM) y Jacques Rogge, Presidente del COI.
Photo by: Andre Vor / Sutton Images
Durante una visita al Gran Premio de Gran Bretaña en 2012, el presidente del COI, Jacques Rogge, enfrió la idea de que la F1 formara parte de los Juegos Olímpicos.
“Tenemos la misma búsqueda de la excelencia”, dijo Rogge de la F1, elevando nuestras esperanzas. “Hay mucho que podemos aprender de la Fórmula 1. Tenemos muchas similitudes, es un deporte con grandes competidores que preparan muy duro.
“Aunque francamente hablando, el concepto que estamos teniendo es que los Juegos son de la competencia de los atletas, no de equipamientos. Por lo tanto, y con mucho respeto, no se incluirán en el programa olímpico “.
Pero sugerir que los deportes olímpicos actuales no tienen las influencias externas de sus competidores es una grosería. Hay muchos en los que la maquinaria o el equipamiento juega una parte fundamental – desde bicicletas aerodinámicas hasta los palos de golf y las raquetas de tenis, hasta los diseños de trajes de baño de la más alta tecnología – por no hablar de los caballos para eventos ecuestres.
Así que ¿podemos objetar eso de “es sólo atleta contra atletas? Y por favor no me digan que “los Juegos Olímpicos no son para los profesionales”, luego de todos los cambios ue se han aceptado. Final del debate.
Habría un montón de beneficios de ser parte de la familia olímpica, empezando por la audiencia masiva de televisión que atraería. Pero ¿podría la F1 jugar una pequeña parte de algo más grande? Yo creo que no.
La F1 no necesita de los Juegos Olímpicos. Pero los deportes de motor en general ganaría una gran recompensa de ellos.
¿Cómo hacer que funcione?
La mejor apuesta de los deportes de motor para formar parte de los Juegos Olímpicos sería a través de una categoría monomarca.
El concepto más probable sería una categoría de estilo Jonathan Palmer afín a su serie original Palmer Audi, con autos y motores idénticos, repartidos en una lotería con una serie de ingenieros y mecánicos imparciales para ejecutarlas. No sería del nivel de la F1, pero sus viejos bólidos de la FIA F2 eran bastante rápidos, aunque todo tendría que ser inspeccionado estrictamente.
La siguiente pregunta es, ¿quién debe conducirlos? Seguramente sería el mejor piloto que cada país pudiera encontrar? ¿Quién iba a conducir para el equipo de Gran Bretaña: Lewis o Jenson? ¿Sería Nico o Seb para Alemania? En un mundo de fantasía, pueden crearse algunos escenarios muy interesantes – especialmente si se pone a alguien Fredrik Johnsson, creador de Carrera de Campeones a cargo de la organización.
Yo solía disfrutar de la Copa de las Naciones que organizaba la EFDA con autos fórmula de Opel, y por supuesto, que recuerdo la breve Copa Mundial de Automovilismo de la A1GP.
El concepto se ha probado, sólo necesita ejecutarse en el marco del COI.
No veo que los lugares sean un problema. He sido testigo de competencias de rallycross dentro de un estadio olímpico durante un evento X-Games.
La Fórmula E ha corrido alrededor del estadio Nido de Pájaro en Pekín y los V8 Supercars en Sydney, además de que hay un montón de opciones de carreras callejeras.
Las pistas permanentes estarían dentro del rango: Fuji sería perfecto para la próxima sede en Tokio, aunque, en sentido contrario, se haya construido la Villa Olímpica en la parte superior del circuito de Jacarepaguá, un clásico de Río.
Finalmente, Bernie tendría sus medallas…
Ya en 2008, Bernie Ecclestone, jefe comercial de la F1 tuvo entre sus ideas un sistema de medallas en lugar de puntos para decidir el Campeonato de Pilotos de la Fórmula 1.
Recuerdo que le pregunté al respecto en una conferencia de prensa en Londres, después de otro mega acuerdo de patrocinadores en la F1…
“La razón de esto era que estaba harto de la gente hablando de está prohibido rebasar”, dijo. “La razón por la que no hay rebases nada tiene que ver con el circuito o las personas involucradas, que tiene que ver con los pilotos que no tienen la obligación de hacerlo.
“Si usted está en primer lugar y estoy en segundo, no voy a correr el riesgo de quedar fuera de la carretera o hacer algo tonto para conseguir dos puntos.
“Si tengo que hacerlo para ganar una medalla de oro, porque la mayoría de las medallas ganan el campeonato del mundo, voy a hacerlo”.
No tiene que ver con un Campeonato Mundial. ¿Qué tal ser el primer ganador oficial de una medalla de oro olímpica de una carrera de autos? ¿No sería genial?
¿O qué tal hablar de una carrera del siglo, en las que pilotos profesionales se obsesionen por ganarla?