Lewis Hamilton, el último ganador de la F1 antes del parón veraniego, lo tendrá difícil para repetir esa actuación y ganar por primera vez en Zandvoort. Tras su eliminación en la Q2, el británico saldrá como mínimo desde la 12ª posición de la parrilla, lo que significa que en una pista tan estrecha y sinuosa, esta posición de salida -que podría ser incluso más retrasada en función de los resultados de la investigación sobre el supuesto bloqueo a Sergio Pérez- prácticamente le condena a jugar por los puntos en el mejor de los casos.
Al final de la sesión, Hamilton se mostró naturalmente decepcionado con su rendimiento, que explicó por el hecho de que su Mercedes era demasiado propenso a calarse en la parte trasera: “Sí, ha sido una sesión difícil”, admitió ante los medios.
“Hicimos algunos cambios entre ayer y hoy que no pudimos medirlo en la tercera práctica [debido a las condiciones y a la larga interrupción tras el accidente de Logan Sargeant], pero fue igual para todos. Hemos modificado bastante el coche y ha sido una pesadilla conducirlo”.
Ayer teníamos mucho subviraje e intentamos reducirlo, pero fuimos demasiado lejos en la dirección contraria.
Se hicieron cambios en ambos lados del garaje, con George Russell marcando el cuarto mejor tiempo de la sesión en la Q3, aunque el siete veces Campeón del Mundo señala que fueron más consistentes en su W15: “Ambos hicimos cambios de configuración, pero yo hice más”.
Más concretamente, al tratar de contener el subviraje visto el viernes, el equipo fue un poco demasiado lejos en la dirección opuesta y terminó con un coche que llegó a ser sobrevirador: “Sí [el coche estaba un poco más al límite]. Hoy estaba muy nervioso. Ayer teníamos mucho subviraje e intentamos reducirlo, pero fuimos demasiado lejos en la dirección opuesta.”
Independientemente de su posición de salida, Hamilton no se hace ilusiones sobre su carrera de este domingo: “Probablemente será difícil entrar entre los 10 primeros.”
Entrevista realizada por Mark Mann-Bryans