Era su primera oportunidad de título, y no perdonó. David Alonso demostró en Motegi por qué ha merecido el título de Moto3 más que nadie, con otra actuación espectacular que le ha llevado a proclamarse campeón del mundo de la categoría pequeña con hasta cuatro carreras de antelación. El pupilo de Jorge Martínez ‘Aspar’ remontó durante la carrera para dominar sin rival las últimas vueltas, alcanzando su décimo triunfo del año (y el 14º en la clase, batiendo el récord de Fenati).
Así, el piloto nacido en Torrejón del Rey (Guadalajara) ha hecho historia al ser el primer campeón del mundo de motociclismo que corre bajo bandera colombiana, país del que es su madre y con el que él ha decidido competir. De esta forma, también le ha dado al motociclismo latinoamericano su primer título desde el segundo de 250cc que consiguiera el venezolano Carlos Lavado, en la temporada 1986.
Aunque amenazaba lluvia en Motegi, con el cielo nublado, la carrera de la categoría pequeña iba a disputarse en seco, cumpliéndose de esa manera las previsiones más optimistas que había para la carrera del domingo. Antes de la salida, a David Alonso le tuvieron que cambiar la cúpula tras dañarla durante la vuelta de formación, camino a la parrilla.
En la arrancada, Iván Ortolá realizó estuvo fantástico y mantuvo la pole, por delante de Alonso, que ya se colocó segundo en el camino a la primera curva. Pero quien hizo los mejores primeros metros fue Daniel Holgado, pasando de la novena a la tercera plaza para tener controlado al líder de la general lo máximo posible. De hecho, antes de terminar la primera vuelta fue capaz de colocarse segundo.
Comenzando el segundo giro, los dos pilotos del Leopard, Ángel Piqueras y Adrián Fernández, atacaron a Alonso, mientras que delante seguía mandando Ortolá, sin que el grupo de cabeza aún se hubiera roto. Finalmente, Fernández fue capaz de ponerse líder, mientras que Alonso cayó a la séptima plaza, tras Ryusei Yamanaka y David Muñoz.
Sin embargo, la táctica de Alonso parecía clara, la de todos los días: mantenerse en el grupo delantero, sin perder la distancia con sus rivales pero sin meterse en líos ni en peleas, controlando la situación hasta que llegaran los giros definitivos. Así, dejó que el protagonismo delante se lo llevaran Fernández, Holgado, Ortolá y Piqueras, principalmente.
De hecho, estos pilotos fueron subiendo el ritmo, rodando en 1:56 bajo o en 1:55 alto, y consiguieron alargar el grupo y estirarlo, todo ello mientras seguía comandando el hermano de Raúl Fernández, en un grupo con los nombrados antes, con Yamanaka, con Alonso y con Collin Veijer, que pudo remontar tras una mala salida.
Alonso empezó a atacar en el ecuador de la carrera, a 9 vueltas del final, pasando a Yamanaka para ponerse quinto. El #80 hizo un giro de 55.6 que fue el más veloz de la prueba, empezando a amenazar a los pilotos que tenía delante. De hecho, también rebasó a Piqueras y a Holgado para colocarse tercero, puesto en el que empezó la undécima vuelta de las 17 programadas, aunque tenía al valenciano de GasGas plantándole cara. Pero, pese a todo, Alonso se impuso para ir a por Fernández y Ortolá.
A 6 vueltas del final, Alonso adelantó a Ortolá para subir al segundo puesto. El valenciano, como Holgado, también le plantó cara, pero el hispano-colombiano pudo batir al del MT Helmets – MSi para quedar segundo y tener delante de él solamente a Adrián Fernández. Por detrás, el compañero del madrileño, Piqueras, se fue al suelo para reducir el pelotón de cabeza de carrera.
A cuatro giros, Adrián Fernández cometió un error y Alonso no se lo pensó dos veces, le atacó y le adelantó. El #31 le rebasó de nuevo durante el giro, pero antes de terminarlo, Alonso volvió a atacarle para colocarse primero y ponerse camino de la gloria, posición a la que llegó a la antepenúltima vuelta a Motegi. Mientras tanto, Ortolá estaba tercero, y Holgado cuarto, delante de Veijer.
Alonso abrió hueco, algo que notó Iván Ortolá, que no quería que su rival se escapara. El español se puso segundo y trató de perseguir al líder, pero apretó demasiado y acabó cometiendo un error, yéndose al suelo. Esto dejó a Alonso camino libre, seguido de Fernández y Veijer.
En los metros finales, como en toda la carrera, a David Alonso no le tembló el pulso y acabó consiguiendo su décima victoria de la temporada para cerrar su primer título mundial, tras una temporada 2024 de Moto3 absolutamente antológica.
En la celebración, Alonso sacó a relucir las dos banderas, la colombiana y la española, e hizo varias cosas, entre ellas rodar con una minimoto. “Ayer estaba en el hotel, fui al baño, me miré en el espejo, me dije que mañana sería campeón del mundo, y me puse a llorar. No estaba seguro de si podría conseguirlo hoy”, fueron sus primeras palabras como campeón.