Sergio Pérez vivió su peor sesión de clasificación en la temporada 2024 de la Fórmula 1 al quedar eliminado en la Q1 en el Gran Premio de México concluyendo en la posición 18, un lugar desde el que ha admitido lo único a lo que aspira es a tratar de salvar puntos.
“Obviamente es muy decepcionante. Si hay un Gran Premio que quiero hacer realmente bien, es éste. Desafortunadamente, ha sido realmente difícil y complicado este evento”, expresó Checo Pérez al finalizar su sesión.
El resultado del piloto mexicano contrastó con el del tricampeón mundial Max Verstappen quien llegó hasta la Q3 y peleó por la pole position contra el Ferrari de Carlos Sainz convirtiéndose en la esperanza de Red Bull para seguir en la pelea por el campeonato de constructores.
Christian Horner, jefe de Red Bull Racing calificó el resultado de “una diferencia entre los dos coches significativa”.
El directivo de la escudería lamentó el resultado del mexicano en especial porque sabía el deseo de Pérez por tratar de tomar revancha del accidente del año pasado cuando chocó en la curva 1 ante el Ferrari de Charles Leclerc en la batalla por el liderato.
“Obviamente es una decepción muy grande para él frente a su público local, pero estoy seguro que dará todo lo que tiene mañana. Hay mucho trabajo por hacer”.
Sergio Pérez señaló que el principal problema que está enfrentando con su RB20 es la falta de confianza para frenar, algo que apuntó había detectado desde tres carreras atrás.
“He estado luchando bastante con el frenado. Cada vez que intento frenar y atacar la frenada, pongo demasiada energía en los neumáticos y eso hace que me resulte muy difícil detener el coche”, dijo el mexicano.
Sin embargo, Helmut Marko, asesor de Red Bull en deporte motor, indicó que Pérez “no” había dicho nada en las carreras anteriores por lo que “analizaremos a fondo” lo que había sucedido en México.