Viñales cree que puede llevar a su KTM cerca de las Ducati en Jerez

Maverick Viñales volvió a ser uno de los protagonistas positivos este sábado, en la carrera al sprint de MotoGP en Jerez. Tras su gran actuación en Qatar, el español no pudo pasar de forma directa a la Q2 en el GP de España, pero no tuvo problemas para superar el trámite de la Q1 con el mejor registro, por delante de Marco Bezzecchi. Después, se clasificó en la sexta posición en parrilla, entre las Ducati y delante de Fermín Aldeguer.

Ya en carrera, el de Roses terminó séptimo, detrás de Fabio Di Giannantonio y como el mejor de los ‘mortales’, es decir, liderando el resto de la parrilla más allá de las seis Desmosedici. Viñales se había escapado claramente del grupo trasero, en el que circulaban Bezzecchi o Joan Mir, e incluso llegó a alcanzar a las motos de Borgo Panigale, pero para cuando lo había conseguido ya no le quedaban vueltas por delante para maniobrar.

En su análisis de la carrera, Viñales explicó lo sucedido y comentó que el entrenamiento de esta mañana, los Libres 2, fue en el que encontró mejores sensaciones con la RC16, pese a brillar hace dos semanas en Losail: “Ayer se nos complicó un poco, por un problema técnico. Y esta mañana lo hemos resuelto. Esta mañana, la FP2 quizás ha sido la sesión en la que mejor me he encontrado con la KTM, en todas las carreras que llevo. Me he encontrado muy bien. Después, en la Q2, me ha faltado un poquito, pero han sido dos décimas, no el segundo que me faltaba antes. Ahora, faltan detalles que a lo mejor los puedo poner yo, pilotando un poquito más preciso”.

“Y luego, en carrera, ha subido la temperatura, ha bajado el agarre, y todo ha sido más difícil. Parar la moto, girar… En el primer toque de gas me patinaba un poco y no he sido capaz de aguantar en esas cinco primeras vueltas, las Ducati me han abierto un hueco. Luego, veía que iban viniendo, pero claro, la carrera ya se acababa”, siguió.

“El agarre ha bajado y surgen más problemas, pero es bueno que tengamos la otra cara de la moneda, que ha sido el entreno de la mañana. Ahí tenemos buenos datos y buena base. Esa es la moto que me gustaba, puedo pilotar con ella como piloté en Qatar”.

“Estamos trabajando mucho con el pilotaje, y en entender la moto. Como no vamos a tener nada mágico, estamos intentando sacar el máximo provecho a lo que tenemos. Esa es la mentalidad que tengo ahora, aprender mucho de la moto que tengo, y cuando haya dado el máximo del máximo, empezar a modificar un poco. Pero muy concentrado en mí, en el pilotaje, en intentar entender qué me está pidiendo en cada momento la moto. Es algo que ha mejorado, la diferencia con respecto a las primeras carreras es esa, que la entiendo mejor, más allá del cambio de reparto de pesos”.

“Todavía queda trabajo por delante. Hay que trabajar mucho. Si me dices un circuito en el que Ducati puede marcar una diferencia más grande, uno es Jerez. También Mugello, Misano. Hay ciertas pistas en las que esa moto funciona muy bien, y este es uno de ellos. Aparte, para varios pilotos de Ducati es uno de sus mejores circuitos. Pero siento que cada vez estamos más cerca, hay que seguir empujando y no venirse abajo”.

“Voy como los caballos de carreras, con la zanahoria delante. A lo mejor que pueda con lo que tengo, me he puesto ese propósito, hacerlo lo mejor con lo que tenga. Y lo estamos consiguiendo. Es obvio que nos gustaría estar más adelante, es fácil frustrarte. Estás pilotando muy bien pero no estás delante. El lunes será importante, para poder trabajar con un poco más de calma. Hay que probar distintos aspectos que aún no hemos probado, como la aerodinámica. Para mí hay dos problemas básicos: las vibraciones y que la moto tiene que girar un poco más cuando dejas el freno. Resolviendo eso, ya daremos un paso adelante muy grande”.