“Tras pasar a Fabio tendría que haberme quedado allí”, dice Marc Márquez

Marc Márquez lleva todo el curso luchando contra el animal que lleva dentro, ese que le empuja a arriesgar todo lo que sea necesario para lograr su objetivo. Y en Sachsenring, un circuito en el que se ha impuesto hasta en once ocasiones, la meta solo podía ser la de ganar, tanto la prueba al sprint como la carrera larga, ya el domingo.

A pesar de repetirse prácticamente a modo de mantra que debe pensar más a largo plazo que en los resultados puntuales, su paso por este sábado demuestra que la cabra tira al monte, y que una cosa es la teoría que uno mismo intenta aplicar, y otra, muy distinta, la práctica. A pesar de una salida defectuosa, fruto de una primera frenada en la que se fue largo, Márquez fue de menos a más. Situado el quinto, adelantó a Fabio Di Giannantonio (cuarta vuelta), después al otro Fabio, Quartararo (en la novena), para imponerse al final a Marco Bezzecchi en un último golpe de riñón, en el último giro.

“En el momento en que me he encontré bien con las gomas pude ir rápido. Tuve paciencia, y cuando los neumáticos se pusieron en temperatura, con las presiones correctas, comencé a ir rápido”, resumió Márquez, en pleno conflicto interno por su impulso de ir a ganar siempre, y la necesidad que se ha impuesto de mirar a largo plazo.

“Es verdad que tras adelantar a Quartararo tendría que haberme quedado allí, pensando en el Mundial. Debería haber pensado más en el campeonato, pero no. Cuando estaba allí me dejé llevar”, añadió el líder indiscutible de la tabla de puntos, que, con este último triunfo y la octava posición de Alex Márquez, su hermano, se coloca a 78 puntos del corredor de Gresini. El tercero, Pecco Bagnaia, se encuentra ya a 138 puntos de su compañero en el equipo oficial de Ducati. Eso son casi cuatro eventos enteros.

“La verdad es que sufrí mucho más en las dos primeras vueltas, circulando lento, que después. Cuando me dejé llevar, fluir, tuve menos sustos, pude levantar la moto más fácilmente”, insistió el #93, seguramente para convencerse de haber hecho lo correcto al irse a por Bezzecchi. “Eso sí, para coger a Bezzecchi asumí riesgos. Hoy toca reírse. Sentí que podía tirar; veremos cómo lo vemos mañana”, cerró el multicampeón.