Buscábamos el fin de semana perfecto y lo logramos

Tres grandes premios llevaba (Jerez, Le Mans y Silverstone) Marc Márquez sin ganar, una racha que se conjuró para romper en Aragón, uno de sus trazados más favorables si atendemos a su palmarés. Con un extra de concentración fácilmente detectable en su gesto, el español se sacó del sombrero un fin de semana para enmarcar, con un doblete en la sprint y la prueba larga, además de la pole position, y como el piloto más rápido en pista en cada uno de los entrenamientos. Una muestra de su dominio en Motorland y una gesta que nadie había logrado en la última década. El último fue él, hace una década y en Sachsenring, otro de sus jardines favoritos.

La victoria, la cuarta de la temporada de las ocho que se han puesto en juego, afianzan su condición de líder de un certamen que ahora domina con 32 puntos de ventaja sobre su hermano, Alex Márquez, y de 93 puntos sobre Pecco Bagnaia. Los dos le acompañaron en el podio, por más que la superioridad del #93 bien podría haberle dejado solo en el cajón.

“Estaba contento por cómo estaba yendo el fin de semana, pero estaba muy concentrado. Hemos intentado hacer el fin de semana perfecto y lo conseguimos. En este circuito no se podía fallar y no lo hicimos. Ya habrá algunos en los que sufriremos, pero aquí teníamos que cuadrarlo”, resumió Márquez, que corrió con tanto margen, que hasta se obligó a forzar para mantenerse alerta y no dar pie a un posible error, fruto de la relajación: “Cuando quedaban seis vueltas entré en bucle. Mentalmente no sabía ni en qué curva estaba. Para concentrarme decidí apretar un poquito más”.

En un año, el papel del corredor de Cervera ha dado un vuelco. El año pasado, enfundado en el mono de Gresini, Motorland le vio volver a ganar después de tres años. Aquello actuó como punto de inflexión y le encaró hacia la senda que ahora transita con paso firme y que le etiqueta como el gran favorito a llevarse el título, ya como piloto del equipo oficial de Ducati.

“El año pasado era una victoria inesperada que llegó después de muchos días. Hoy, en cambio, ganar era lo que tocaba. Si quiero ganar este Mundial, en circuitos que me son favorables no puedo fallar”, advierte el catalán.