Aunque suene a tópico, que lo es, esta nueva etapa supondrá un antes y un después en la trayectoria del español, que el curso que viene volverá a disponer de todo el músculo que impulsa a una escudería de fábrica tras una temporada en Gresini, uno de los garajes más modestos de MotoGP, donde ha competido con una Ducati del año pasado.
Una ocasión tan especial como el estreno de este martes merece todo el esmero de las partes implicadas. La expectación que se prevé es seguramente comparable a la que generó, por ejemplo, el estreno de Valentino Rossi con Yamaha, en aquel entrenamiento en Sepang (2004), o el del propio Marc Márquez, hace un año, en su primera experiencia subido a una Desmosedici.
El #93 irá enfundado en un mono rojo, su color identitario y también el de Ducati. La moto, lógicamente, también será roja, y en ella solo lucirá el dorsal del corredor –además de la marca del fabricante de Borgo Panigale–, el proveedor de neumáticos del campeonato (Michelin) y del de escapes (Akrapovič).
Marc Marquez sale del box de Ducati este lunes en Barcelona
Foto de: Oriol Puigdemont
No habrá ni rastro de Red Bull, uno de los patrocinadores más fieles de Márquez a lo largo de su trayectoria, cuya relación entrará en un letargo obligado habida cuenta del vínculo de Ducati con Monster. El contrato entre la marca energética austriaca expira en 2027, un año después de que lo haga el del piloto de Cervera con el constructor boloñés. Eso imposibilitará que Márquez siga publicitando Red Bull en cualquier evento en el que represente a Ducati.
De hecho, en los espacios que son propiedad del equipo –mono, gorra y moto–, el catalán deberá incorporar la garra verde de Monster, aunque no en el casco. El lugar de Red Bull, en un componente tan identificativo como el casco, seguramente lo pasará a ocupar Estrella Galicia, que muy probablemente también tomará el relevo de la marca del búfalo rojo en el botellín de agua que se ha convertido en un complemento indispensable de los pilotos.
Otro elemento de los que más se ven y se promocionan son las gafas. Y en este caso, Márquez tiene un acuerdo de larga duración con Oakley, que, sin embargo, no podrá usarlo como imagen durante el tiempo en que compita con Ducati, que está vinculada a Carrera. Al igual que Monster, la firma de Padova (Italia) también trató de incorporar al multicampeón, quien, sin embargo, declinó la oferta.
Este lunes, en la jornada de preparación, el nuevo piloto de Ducati llegó a Montmeló sobre las once de la mañana. Una hora después, a las doce, tuvo una primera reunión con Gigi Dall’Igna, director general del fabricante, y también pasó por el box. Allí se sentó en el que será su rincón, junto a Marco Rigamonti, su ingeniero de pista, y Davide Tardozzi, el team manager. Sobre la una de la tarde salió y se fue a comer, al hospitality de Ducati.
El martes, en un principio, el español probará la GP24, el prototipo con el que Bagnaia y Jorge Martín se han jugado el título hasta la última parada del calendario, y una versión híbrida más evolucionada. De los comentarios de Márquez y de Pecco Bagnaia saldrá la GP25 que se pondrá en pista en el test de Malasia, a principios de febrero, una moto que se aproximará mucho más a la que usarán ambos en el primer gran premio de 2025, en marzo, en Buriram.
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